jueves, mayo 24, 2007

centrípeto

he aprendido a darme en los dobleces de tu espalda
de una forma insólita
como si fuera un cuerpo gravitacional al que me debo
por el que tiendo irremediable siempre al centro
por el que me despliego como una palma abierta que reiventa la caricia
como si yo fuera sublime desde siempre
antes de ti
como si yo supiera de romances delicados en el tacto.
y me sorprende grandemente sorprenderme
descubrir en ti que fui en pasado
que ahora soy
me toca ser el tenue experimento de tu dorso
un aprendiz poco lascivo
aficionado que a veces se confunde de sentir
me
confundo
invadido por el otro que soy yo (por el que me divido)
que sufre de asco en la palabra y en la caricia de la práctica
y viceversa
él tan guloso de silencios genitales
de toda la carne en tránsito que a media noche es carne de res
cuchillo, tenedor, luz apagada
lo comprendo no lo culpo
la noche a medias no da cabida para espaldas
ni para caricias de hombre en trance de querer
pero a pesar del otro mío
esta mitad de hombre quiere darse
yo
en ti
no importa lo que impliquen tus dobleces
darse en ti
como olvidando mi tragedia griega con máscara incluida
el complejo edipal no superado en medio hombre
medio
como existen medias islas
o islas partidas en dos con gente hambrienta en los extremos
tengo hambre de no sentir el hambre que he sentido dividido
el otro que soy yo es diferente a lo que quise

compartimos el estómago y la piel
pero jamás esta necesidad por los abrazos.

5 comentarios:

Christian Ibarra dijo...

final inmejorable.

Oquendo dijo...

Coñooo! Hoy te leí diez veces. Me quedo con un sabor compartido: la necesidad por los abrazos.

Ana María Fuster Lavin dijo...

intenso y rítmico, los dobleces de la piel como los de la palabra misma los descubres e invades, dominas y reinventas, desde los propios silencios genitales hasta un estruendoso abrazo
un gran gran poema.


abrazos

Ser Aquí dijo...

No encuentro a nadie que produzca tanta cosa buena chico.. realmente me gusta.... Tu palabra es precisa y por eso tal vez hiriente... WOW... siempre.. WOW...

Abrazos secretos

José H. Cáez Romero dijo...

Xavi, la verdad es que me quedo sin palabras, cada vez me sorprendes mas, la verdad que contigo la poesia fluye como la sangre misma.