jueves, noviembre 24, 2011

7

No sé si dormimos
pero cuando nos levantamos
el cuerpo había adoptado ya
la forma olvidada de un hastío conveniente.

De pronto, nos habían vuelto desechos de un negocio estratégico
sacado de una manga abarrotada de técnicas de ablandamiento.

Sugerían solidaridad adentro de un pilón;

en los televisores otra vez que fuésemos
gente de fe en los machaques:

que engulléramos cartas
que concentráramos las energías para calmar a inversionistas
bonistas, agencias crediticias
que entendiéramos la equivalencia entre cuatrienio y presente
los refuerzos de seguridad, el protocolo
dicho con una entonación
intento de hipnotismo.

Pero fue un estirón del quicio hasta el quiebre
despertar.

Pero éramos también entre cartón y rejas.

Estaban sucias las postales, irrumpía el polvo
volvieron a sentirse los aviones.

Sabíamos que no bastaban las banderas amarillas en las calles
el viejo bulto del sudor para la lucha
el vuelo fantástico de un huevo
soñar el porvenir en las escuelas
convocar al colectivo a una palabra en singular
que fuese el sentido una oruga bajo el sol de mediodía.

No bastaban las nalgas en el centro de las vías
arrodillar los helicópteros, las camisetas rojas
hacer de las capuchas origamis
marchar para las fotos
graffiti en la carátula del patrimonio.

Porque el poder igual que el globo
es un dedo en la tecla de Delete
al que le basta asomarse ante las cámaras

poner sin pestañeos cara de circunstancia
repetir hasta fundirse en la ronquera de la excusa
alegando maquilladamente insomnio
tristeza con corbata.

Sin conmoverse; sin ablandar su grado cero.

Aún así
mandíbulas de rabia, preámbulo de golpe
intestino en distorsión, sabíamos
habíamos llegado a la esperanza.

Estábamos cerca.
Fue la época de El plan.
Habíamos llegado como una época de mariposas.

Íbamos a la montaña a ver el mar, al fondo
el refugio que haríamos
los vegetales, las frutas, la tierra
a mirarnos con las flores.

Lo cierto es que estuvimos a punto
pero todo nosotros no pudo.

Algo pasó con nosotros
que todo nosotros escapó.

domingo, noviembre 13, 2011

42

Hoy es el día número 299 después del fin del mundo.

Turquía ha vuelto a ser un mineral
hay indignados abrazándose en muchas partes del planeta.

Portadas que enrojecen la escasez del agua
advertencia sobre crisis energética
Rusia está en camino a Fobos
luna llena
en peligro de extinción un cuarto de los mamíferos del planeta;

una cabeza rota entre la arena libia
aún está encendida la última imagen de Wang Yue.

He olvidado del lenguaje
aprendido más palabras
he vuelto a casa de mi madre para irme.

Dejé el humo, los vinilos, la bombilla verde.
Abandoné una casa con balcón
las amapolas, dos gatos, he acabado un amor
he guardado para luego sus jabones.

Ahora mismo el mar es la saliva de un volcán
la casa está encendida.

No ha faltado el Internet
ha vuelto la voz de las noticias.

986 muertos en el año de una isla, dice
balacera a una cuadra de mi puerta, dice
la guardia costanera
no ha interceptado yolas con mujeres hace meses, dice
el reportero conversa extensamente
con vecinos de un sector oculto de Jayuya
con respecto al grafiti
“movimiento armado ya”.

Subí la cordillera hace seis días.
Traje nuevas amapolas y un helecho joven aferrado a un casquillo.

He vuelto a escribir.
He estado también todo este tiempo pensando para el hombre.
He asumido mi manera cierta de existir.

He leído a un hombre importante
exiliado en su isla mia encantada del Caribe;
emigrado de sí mismo
amargo ante el fracaso de una revolución.

He querido decirle.

Yo tampoco sé si los que no son yo me entenderán.
Yo también pienso la muerte y en enloquecer.
Decidí recurrir a entretener mi conciencia escribiendo esto
igualmente.

He vuelto a mirar las fotos viejas.
Perenne debió llamarse la memoria.
El tiempo el gran devorador.

Me ha jodido la historia.
Se han ido los pájaros de las ventanas
las hormigas.
El frío es un aviso repentino.
El rinoceronte negro ha desaparecido para siempre.

Ayer le dije a Génesis porqué no debería morir.

He vuelto a mentir.
He vuelto a distanciarme de mi padre.

Es viernes.
El reloj ha dibujado en verde 11:11 porque le he esperado.
Hoy es el día 11, del mes 11, del año 2,011.

Hago inventarios.
Insisto en la enumeración.
Pido a la gente ayuda con los significados.

¿Qué es la luz?
¿Cuál la relación nuestra con la luz?

Un amigo hombre insiste en que me preocupo demasiado.
Desmiente el caos como si no existieran jutías.
Dice poesía como si se tratara de un syrup de Coca-Cola.

¿A dónde vas con eso?, dice
¿Cómo crees que la gente va a leerte?
¿Por qué deberían?
¿Por qué?

No sé a quién le escribo.
No voy a ningún lado realmente.
Miro nuevamente y siquiera sé.

Sólo vine a escribir que hoy tuve una revelación
frente a un jardín de arena.

Que hoy conocí a una arqueóloga que insiste
en la importacia enterrar.

sábado, julio 30, 2011

no hay amor de dos. hay amor de uno. dos no se corresponden en la misma medida. uno mide desde el amor de uno. pero a veces basta con que uno ame. amar puede ser un egoismo saludable. amar puede ser amor medido aunque medido puede ser, amor, un malamor, sencillamente un egoismo.

lunes, mayo 16, 2011

"Escribir es una obsesión, pero es estar obsesionado por las consecueencias de la mirada. El resultado es, a veces, la lucidez. Una lucidez inútil. Pero no podría vivir sin ella. Ésta es mi única creencia. Probablemente no vale más que otras, pero es mi fe." (Eduardo Lalo, 2005)

viernes, marzo 25, 2011

El anatema, o lo que tú me diste para un terror histórico

1.
Visiónes anamórficas. Simulacro. Simulación. Ausencia y demasiada realidad. Hologramas. Tridimensionalidad. Formas vacías. Una crisis de representación. Categorías. Producción. Una clase elemental sobre contemporaneidad laxa. Apuntes de la posmodernidad. Reduplicación. Implosión. Hiperrealidad. Mi copia y mi original. El montaje. El orden simbólico y el referente. Lo falso. Mi renacimiento y mi ruptura. Lo neo-barroco. Mucha lógica de destrucción. La desaparición. Sujetos y objetos. Series. Masas. La reproducción indefinida. La reproducción equivalente. Cine. Novelas. La poesía. Los espejos. Mi texto incomprensible. La máscara del tiempo. Estallidos. La cultura electrificada de lo digital. Desilusión y desorientación. La esfera tecno-electrónica-digital. El exterminio del secreto. La apariencia exterminada. Profusión de imágenes. El escenario iluminado. Toneladas de agua. Lo invisible sobre un fondo verde. Nuestro CGI. El espectador y la constitución de lo contrario. Fruición. Progreso, Hipersofisticación. Lo hipervisible. La pérdida irreversible de la magia. El arte en la época. El dejo del pincel. Los videojuegos. El mundo sobre hilos. El viejo imaginario del espejo. El viejo imaginario del desdoblamiento. El viejo imaginario de la escena. El viejo imaginario del nosotros. El ahora. La pantalla total. La abolición de la distancia. La acción y los protagonistas. Sujeto. Objeto. La circulación del sentido. La quiebra. El flash. El foto-impacto. El corazón del suceso. El vértigo de la presencia total. Bandas magnéticas. La cosa vista. El yo no estaba allí. El fantasma. El minuto a minuto. Demanda. Interpelación. Significación. La más baja definición del mensaje. Esta nueva matriz. Estos nuevos medios. Coalescencia. La célebre formula. La irrupción del esquema binario. Este a la vez. El silencio de los oyentes. La incomunicación. El fin. La imperfección radical. Mi ser humano en concreto. Lo inhumano en orden. Nuestra sexualidad. Este universo espectral. Más números. Las viejas infecciones. Un mundo clínico ideal. Códigos digitales y códigos analógicos. La frontera de los signos. Las vocales aún. Bombas. La verdad tras la inexistencia del pixel. Inteligencia artificial. Virtualidades de análisis. Síntesis y cálculo. La descomposición de las operaciones. Otra promesa de digitalización. Un simulador de tacto. Seducción y juego. Todo el ciberespacio. Mi ultrasimplificación. La complejidad de los lenguajes naturales. Símbolos en vez de flores. Un escape de la condena a la programación. Antibabeles. La eliminación de toda alternativa imaginaria. Las instrucciones para el crimen perfecto. El artículo del niño sin un gen. Soya. Agrobiotecnología. La perfección anonadada. Un horizonte y el desierto. La abolición del espacio y del tiempo. Ultrafidelidad. La alta definición de nuestra imagen. La alta definición del tiempo. Un boceto del shock.

2.
Qué bueno saber que he estado equivocando
me
últimamente
que la poesía se ha erosionado en los espejos
que algo pasó con la desolación y con nosotros
hoy
que hay miles de palabras que nunca antes
entendieron con tanta suavidad humana
los demás
que aparecen ya en la lista de palabras más usadas de este tiempo
y nada pasa.

3.
¿Qué es el tiempo este?
¿Un punto cardinal?
¿Un huso horario?
¿Una gallina ponedora de novedades en la boca inentendible(s)?
¿Será acaso un control remoto que nos cambió las luchas?
¿Un convertidor de la verdad por la mentira?
¿Una bombilla con 1000 horas de vida?
¿Obsolescencia programada?

lunes, marzo 21, 2011

viernes, marzo 18, 2011

Hoy es el día número 61 después del fin del mundo.

El viento es una peste prendida
Japón casi se nos hunde
mañana serán los Tomahawk mordiendo a Libia
otra luna.
Abajo siguen las inundaciones y el rabo del comienzo azota en todas partes.

El control
parece
no sobrevivió como nosotros.

Hablo un poco más con mis padres
duermo
me sigue dando frío el miedo.

Llueve menos pero llega el agua aquí
y hay más hormigas según veo

y polvo
más policía preocupada, más problemas y cada vez son más los pájaros.

No he llorado.
Las palabras me siguen pareciendo dedos con uñas cortadas.

Empiezo a acostumbrarme a la pobreza y su misterio.

Me han tirado fotos, me han grabado
hay un hombre amigo que vio en mí a un viejo
en 1982
con 57 años.

Ahora mismo
parece como si todo en la casa estuviese apagado

pero hay Internet
se escuchan demasiado cerca las sirenas.

Ayer leí sobre paisajes inmateriales y sobre la nada.
Estoy creciendo.
Conozco a dos amigas mujeres que están presas.

Es la mañana.

Nada:
vine además a escribir que necesito el amor menos
y que en todos los sitios dice que estamos en el año 2011
que hoy es el día 18 del mes marzo
que hoy se llama viernes.

Hay mucha gente afuera.

Una noche entre materia muerta

Por Michael A Latorre Quevedo
7 de marzo de 2011
Dejando que el pasado, se convierta en determinante. Dejar que la oportunidad, pase a ser pospuesta. Valentía humana que se nos escapa, que se nos transforma, que se nos comparte. Quizás el regreso a lo que somos, a lo que te gusta ser, a lo que se esperaba, se convirtió. Espejismo tal vez, un pequeño trozo de la vida, compartido, celebrado y sobre todo, retomado.

Realidades confusas, expresiones múltiples, confrontaciones quebradas, viciadas de aquel mundo. Expectativas, corazones en busca, almas en fusión y noche de alumbramiento. Balcón lleno de posibilidades, quebrado por el espacio, una puerta al presente que futuramente seguirá siendo el presente. Sorpresa, nostalgia, simpleza, constancia…al ser, lo somos, lo serás y lo descubrirás.

jueves, marzo 10, 2011

Gestar cultura y resistencia: Cartoneras, Atarraya Cartonera y una residencia artística en el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico

Por: Xavier Valcárcel

“Pero a veces la poesía debe llegar más lejos que el amor
y más lejos que todo
Y romper cosas.”
Montserrat Álvarez

1.
Cuando se habla de contracultura, se habla de una cultura articulada en oposición a determinados valores y prácticas de la cultura dominante. De igual forma, según acuñado el término por el historiador norteamericano Theodore Roszak en su libro El nacimiento de una contracultura (1968), se nombra con él a la cultura resultado de un movimiento organizado y visible que por sus modos de producción o por su posición social constituye una ofensiva reaccionaria contra los conflictos que desata lo hegemónico. En ese sentido, cuando se habla de contracultura, se habla de una “cultura a la contra” que permanece al margen del mercado, de las instituciones hegemónicas, de los medios de formación de masas.

Aunque Roszak acuñó el término en 1968 para referirse a la producción rebelde de la juventud de los años 60 y sus mentores ideológicos, el mismo no ha perdido vigencia. Autores como Luis Britt (El imperio contracultural: del rock a la postmodernidad, 1990) y Luis Ruiz Aja (La contracultura: ¿Qué fue, qué queda?, 2007) lo han utilizado recientemente. Otros, como Sergio Altesor (Hervidero Cultural en los márgenes, 2009), Lauren S. Peagel (Uncovering the Body of the Book: Some Histories of Cartonera Productions, 2009) y Mario Vargas Luna (La rumba y el rumbo: Editoriales cartoneras y edición independiente en Latinoamérica, 2009), lo han utilizado incluso para replantear de forma crítica la producción y manifestación cultural del fenómeno cartonero.

Con respecto a esto último y a lo primero, pongo el término sobre la mesa porque interesa aquí, además de un comentario general sobre las editoriales cartoneras, un comentario sobre la producción y manifestación cultural de la editorial Atarraya Cartonera; específicamente en el contexto de su residencia artística en el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico en Santurce, llevada a cabo desde el 9 de diciembre de 2010 al 11 de enero de 2011.

De hecho, este texto es el resultado de una cavilación a partir de una conversación con un visitante de dicha residencia, quien abordó el término contracultura para referirse al proyecto y para problematizarlo a partir de su gesta en y desde el museo.

2.
Como fenómeno en expansión, las cartoneras tienen su origen en Buenos Aires, Argentina, en marzo de 2003, en el marco de una crisis iniciada a mediados de 1998 que empujó a millones a una economía informal de subsistencia. Su semilla, llamada Eloísa Cartonera, de la mano del escritor Washington Cucurto y el artista plástico y diseñador gráfico Javier Barilaro, definió la configuración del proyecto y del término. Con él se denominó al tipo de proyecto editorial alternativo que produce libros de forma artesanal y a bajo costo, con tapas de cartón, pintura, fotocopias, hilos o grapas, como parte de una propuesta anti-mercado que ha venido a enfrentar, de forma política, artística y literaria, desde la micro acción y la autogestión, no sólo tiempos de crisis, procesos políticos y la realidad social, sino también las entramadas dinámicas editoriales actuales así como los jaloneos del capitalismo y de la globalización.

En el mes de diciembre de 2001, el gobierno de Fernando de la Rúa impuso la restricción (mejor conocida como “El Corralito”) de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros, en un intento por evitar la salida de dinero del sistema bancario, lo que provocaría luego una ola de pánico y el colapso del sistema. Pero las medidas no hicieron sino ahogar todo movimiento económico al restringir bruscamente la liquidez monetaria, lo que paralizó el comercio y el crédito, rompió las cadenas de pago y asfixió a la economía informal, o no formal, de la cual dependía la subsistencia cotidiana de una porción significativa de la población argentina.

Poco después, la coyuntura y el cierre de muchas industrias nacionales obligó a que miles de personas recorrieran la ciudad diariamente recolectando para la venta materiales de desecho.
El Corralito había quebrado la paridad del peso con el dólar y materiales como el papel, el vidrio y los metales, que se cotizaban en la moneda norteamericana, alcanzaron precios siderales.

Cucurto y Barilaro, que ya tenían su pequeña editorial, al quedar sin materiales para los libros que producían, por lo absurdo de sus precios en el mercado, decidieron comprar cartón de desecho a los recolectores y producir desde entonces los libros en formato artesanal. Haciendo frente a una coyuntura de crisis, integraron en el trabajo editorial, incluso, a los propios cartoneros, quienes trabajaron posteriormente cortando y pintando tapas.

De ahí a que el modelo cartonero se haya convertido en un fenómeno, y hasta cierto punto en un nuevo tipo de movilización social y de sentidos capaz de generar transformaciones materiales y subjetivas, pasó demasiado poco. Se estima hoy que sobre 60 proyectos cartoneros producen en un agenciamiento colectivo por toda Latinoamérica; incluso en España, Alemania y África, en el contexto de una crisis económica global.

Aunque existen marcadas diferencias entre ellas, debidas al contexto y a las características de la ciudad y el país, pero también debidas a los diferentes enfoques de la tarea que se sienten llamadas a cumplir, su línea en común es visible y contundente. Se sitúan a sí mismas en la periferia de la periferia (ya sea de manera espontánea o como posición ideológica consciente); desarrollan una economía informal de subsistencia; trabajan artesanalmente de forma colectiva; utilizan la tecnología digital que ha difundido la informática; imprimen tiradas limitadas o de acuerdo a la demanda; no pagan derechos de autor; y buscan nuevos autores y nuevos lectores.

3.
Históricamente hablando, la región del Caribe ha sido un espacio en y de conflictos, por lo que ha sido también portadora de experiencias culturales únicas. Entre ellas, el caso de Puerto Rico, por su historia y su particular realidad política, económica y social, junto con los efectos traídos a remolque, es uno de los que más han llamado la atención.

En este escenario, no extraña, pues, el surgimiento de dos editoriales cartoneras. La primera, Luz Azul, de la mano de Luis Reynaldo Pérez, surgió en Santo Domingo, Republica Dominicana, en 2008, pero desapareció poco después. La segunda, Atarraya Cartonera, fue fundada en San Juan, Puerto Rico, en noviembre de 2009, por la poeta Nicole Cecilia Delgado y este que escribe.
Desde entonces, y con tres colecciones de poesía, Atarraya Cartonera publica poesía puertorriqueña esencial reciente (Colección Plomos) o fuera de circulación (Colección Hilo de pescar), así como propuestas poéticas iberoamericanas nuevas o de difícil acceso (Colección Arpones). Con ello, y a partir de una propuesta en la que el proyecto se configura como motor de producción y resistencia a las imposiciones del colonialismo, que incluyen la privación de la experiencia caribeña y latinoamericana dentro del mercado cultural de la isla, busca sumar al acervo literario nacional “libros guerrilla”.

Los mismos, llamados así a partir de una reflexión en la que proyecto y fenómeno pueden verse como máquinas de guerra cultural y artística, son parte de una “guerrilla cultural”, o contracultural, que hace frente a un mundo en el que el modelo mercantil, a través de la globalización, ha colonizado todas las esferas de la vida social y dado lugar al surgimiento de nuevas dinámicas y territorios para el ejercicio del poder.

El término, además, surge de las provocaciones teóricas que se dibujan al conectar a la(s) cartonera(s) los conceptos y las nociones de máquina, guerra, arte, producción, subjetividad, deseo, agenciamiento colectivo y libro.

4.
A partir de la doble lectura del proyecto en el país, o de su doble perfil como proyecto de arte contemporáneo y como esfuerzo literario y de gestión editorial, Atarraya Cartonera llevó a cabo por espacio de 23 días una residencia artística en el Taller Vivo, Sala Nuevas Tendencias, del Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico. La misma, culminó con la presentación de resultados y una video conferencia con algunos de los autores publicados. Todo ello, en el marco de la exposición Leo, Leo… ¿Qué lees?, bajo la curaduría de Lilliana Ramos-Collado, que intentó construir una panorámica sobre las propuestas recientes relacionadas con la difusión de la obra de escritores puertorriqueños, así como las coincidencias y diálogos en el trabajo de los artistas plásticos y escritores puertorriqueños contemporáneos.

Allí, Atarraya Cartonera instaló un taller de producción de libros abierto al público del que resultaron 550 ejemplares, a razón de 50 libros por título.

Vale la pena señalar que la editorial, previo a la residencia artística, contaba con un catálogo de cinco títulos (Candada por error, de Mara Pastor; LSD, de Héctor Hernández Montecinos; Imago, de Néstor Barreto; ADN Digital, de Yaxkin Melchy; y Sin cabeza, de Yarisa Colón), y que en el transcurso de la misma, se sumaron otros seis (El libro de las inundaciones, de Ariadna Vázquez; Mar Inclinada, de Ámbar Past; Transversos, de Gastón Malgieri; Ilusos, de Edwin Torres; Intimidad de los extraños, de Raquel Albarrán; y Monógama en série, de Karina Claudio Betancourt).

Dos más (Dios es ateo, de Yván Silén; y Revienta, de José Miguel Curet) se añadieron entre el 12 de enero y el 7 de febrero de 2011, luego de la residencia, para un total de 13 títulos publicados en un año y medio, bajo tres colecciones distintas de poesía. De esta última producción resultaron 150 nuevos ejemplares, para un total de 700 libros producidos en menos de dos meses.

Con respecto a los libros, los mismos siguen la particular estética cartonera; tapas de cartón, fotocopias y grapas. Sin embargo, hacen eco de un lenguaje estético urbano reconocible en la isla, en el que se incluye el graffiti, con la utilización de materiales como pintura de casas, plantillas y aerosol. Para su confección, además, se especifica la selección de cartón embalaje de compañías transnacionales. Por ejemplo, los libros de los primeros tres títulos, 300 ejemplares, fueron realizados con el cartón de las cajas de libros de la librería multinacional Borders que fue criticada en la isla por compilar a su llegada la literatura puertorriqueña en una mínima sección bajo el rótulo de “of local interest”.

La especificidad de selección es, pues, parte de una lógica que busca reaccionar frente a la realidad de un país consumerista hasta el absurdo, eminentemente dependiente del exterior, saturado de centros comerciales (datos confirman que hay cerca de 320, de todo los tipos, que suman cerca de 44 millones de pies cuadrados de construcción), pero sumido en una crisis económica. Ésta, venida a remolque de una crisis fiscal por déficit operacional de los últimos dos gobiernos (Anibal Acevedo Vilá, en 2004, y Luis Fortuño, en 2008).

5.
Ante la realidad económica, social y política, el proyecto editorial en Puerto Rico ha buscado generar, a través de su producción, un nuevo tipo de movilización social y de sentidos, e iniciar transformaciones materiales y subjetivas así como nuevos agenciamientos colectivos. Además, como proyecto de gestión cultural, ha buscado trastocar la forma en que se produce y se consume una mercancía cultural.

En ese sentido, es posible hablar de Atarraya Cartonera como manifestación contracultural, sobre todo si se concibe su producción cultural como una articulada en oposición, precisamente, a los valores y prácticas de nuestra cultura de consumo; como una reacción no sólo a los entramados del mercado editorial en el país, sino también al escenario, en general, del mercado en Puerto Rico, incluido el mercado del arte.

6.
Así como este texto es en parte el resultado de una cavilación a partir de una conversación sobre contracultura con un visitante de la residencia artística, este texto es también la sonrisa de una conversación con otro visitante, que al reconocer el olor del aerosol adentro de la sala, comentó que habíamos también graffiteado, simbólica y literalmente, la institución.

Lo interesante es que ambas conversaciones, y otras tantas, pusieron en evidencia que aún en el contexto del museo el proyecto gestó y produjo una cultura “a la contra” no sólo de las dinámicas del mercado en el escenario nacional y del consumo cultural, sino también en contra de la poca reflexividad colectiva con respecto a la cultura en Puerto Rico hoy. Incluida en ella, la poca reflexividad colectiva con respecto a la cultura que genera y se genera en el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico hoy.

Haber producido “libros guerrilla” desde el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, desde adentro de la institución, no constituyó, pues, una acción en contra de la posición social ni política del proyecto, sino todo lo contrario. No obstante, tampoco representó una ofensiva en contra del museo.

Puertorriqueños y visitantes de distintas partes del mundo entraron a la sala y se sumaron a los procesos de producción en sus diferentes fases, cortando, grapando, o pintando portadas hechas con el cartón recogido en torno al museo. Hubo incluso quienes firmaron las tapas con su nombre y lugar de origen, dejando grabado en la biografía del libro, como objeto, un esfuerzo, un proceso de trabajo, una visita y un respaldo consciente al proyecto.

En conclusión, con la residencia de Atarraya Cartonera el museo tuvo en su espacio un motor de producción artística y literaria contemporánea, a tono con su mirilla. Para Atarraya Cartonera, la residencia, en cambio, significó la exitosa toma del museo para producir desde él cultura y resistencia. Su toma, literal y simbólica, sirvió además para problematizarlo como plataforma de difusión, como institución, como el lugar posible, o el no lugar, del arte contemporáneo del país. Esto, por la particularidad de su colección y sus limitaciones. Por su particularidad física. Por las propuestas artísticas que exhibe y la atención contemporánea (incluidas las visitas) que recibe. Pero sobre todo, por la particularidad del término bajo el que hace su museografía.


Bibliografía

ALTEZOR, Sergio
(2009). “Hervidero cultural en los márgenes”. En: Diario El país, Montevideo, Uruguay, 9 de septiembre.

BILBIJA, Ksenija (2009). “¡Cartoneros de todos los países, uníos!: Un recorrido no tan fantasmal de las editoriales cartoneras latinoamericanas en el tercer milenio”, en: “Akademia Cartonera: Un ABC de las editoriales cartoneras en América Latina, Artículos académicos, Catálogo de publicaciones cartoneras y Bibliografía”, edit. por Ksenija Bilbija y Paloma Celis Carbajal, Parallel Press / University of Wisconsin–Madison Libraries, Wisconsin, 2009. Pag. 97-111

BRITTO, Luis (1991). “El Imperio Contracultural”. Colección Argos, Editorial Arte y Literatura, La Habana.

MILICUA, José; SUÁREZ, Alicia; VIDAL, Mercé (1994). “El arte como escenario del arte”. Historia universal del arte. V. IX. Editorial Planeta, S. A., Madrid.

PAGEL, Lauren S. (2009). “Uncovering the Body of the Book: Some Histories of Cartonera Productions”, en: “Akademia Cartonera: Un ABC de las editoriales cartoneras en América Latina, Artículos académicos, Catálogo de publicaciones cartoneras y Bibliografía”, edit. por Ksenija Bilbija y Paloma Celis Carbajal, Parallel Press / University of Wisconsin–Madison Libraries, Wisconsin. Pag. 97-110

ROSZAK, Theodor (1988). “El nacimiento de una contracultura”. Kairos, S.A. Editorial, Barcelona.

RUIZ AJA, Luis (2007). “La contracultura. ¿Qué fue, qué queda?”, Ediciones Mandala, Madrid.

VARGAS LUNA, Jaime (2009). “La rumba y el rumbo: Editoriales cartoneras y edición independiente en Latinoamérica”, en: “Akademia Cartonera: Un ABC de las editoriales cartoneras en América Latina, Artículos académicos, Catálogo de publicaciones cartoneras y Bibliografía”, edit. por Ksenija Bilbija y Paloma Celis Carbajal, Parallel Press / University of Wisconsin–Madison Libraries, Wisconsin. Pags. 111-129

jueves, febrero 10, 2011

En las letras, desde Puerto Rico (Libros destacados del 2010, un vistazo al panorama literario actual. 1ra parte: Poesía)

Por Carlos Esteban Cana

En particular, hubo dos acontecimientos editoriales que dieron fe de la constancia como requisito esencial para quienes aspiran dejar una huella en las letras. Nos referimos a la publicación de la Poesía Completa de Jesús Tomé y a los cuatro tomos de Poesía homohumana de Abniel Marat. Sin embargo, en esta primera observación nos detendremos un momento para comentar brevemente nuestras preferencias en poesía.

Entre los textos que encabezan la lista de las publicaciones sobresalientes en el renglón de la poesía, nos topamos en primer lugar con Catulo o la infamia de Roma de Yván Silén. En esta publicación se destaca el manejo impecable de la tradición cuando se conjuga con el dominio total del oficio poético. Asimismo, Mairym Cruz Bernal nos presentó un giro a su extensa bibliografía, en la que predominan poemas largos, y en Ese lugar bajo mi lámpara se acerca más a la forma breve del haiku, con un hálito de innovación e intimidad, que incluso da nueva presencia a poemas de libros anteriores.

Por su parte, Noel Luna en Música de cámara convierte las imágenes y metáforas en un concierto. Y es que, en sus páginas el lenguaje se desplaza sin tropiezo alguno y la voz fluye en el cauce sonoro. Da gusto romper el silencio con la lectura de este libro. Palo de lluvia de Xavier Valcárcel es un libro orgánico. Las cinco partes que lo componen están fabricadas con un hilo firme (la voz del hablante lírico) que da textura; más allá de la gradación y los matices está no lo fragmentario, sino lo integral. De igual manera, Acordes afanosos de Pedro Juan Ávila trae a la mesa del lector el pan de la buena poesía, confeccionada para deleite de quien gusta escuchar el arte del verso y la metáfora. Aquí, el lenguaje diáfano es materia prima consecuente.

Las piezas de este libro pueden acompañar una buena noche de bohemia, vino y guitarra. Otro texto que compone el listado es, Piélago donde se ofrece buena poesía para un público exigente que disfruta del complejo artificio de transformar conceptos y lenguaje. Javier Roig utiliza con maestría su conocimiento de la sabiduría creacionista y el dominio de los clásicos. En cambio, Angst desafía los parámetros tradicionales y un joven artista impone su mirada a la nuestra. No podemos resistirnos a su indagación constante. Lo focalizado en el ambiente es simbiosis que revela. Aquí Rubén Ramos, el autor, más allá de su derrotero creativo de camuflajearse en calculadas dosis poéticas, no pasa inadvertido.

Por su parte, Miss Carrusel de Mirna Estrella teje las fases del perfil femenino con un verso sobrio, a veces narrativo, que ofrece matices. Ninguna de estas poesías abusa del recurso metafórico. Precisamente, en El deseo forastero, un libro breve que destila cierta suavidad en el trazo del verso, Abdiel Echevarría nos invita hacer con una calma inusitada el ejercicio de lectura de este cuaderno.

Esta lista estaría incompleta si no incluyo Inmunología poética de Moisés Agosto. Tres cuadernos integran el mismo: Poemas de lógica Inmune, Obituarios y Polaroids. En estos versos, el autor trasciende lo trágico del SIDA y convierte el dolor en belleza. Son poemas que cubren diez años de producción. Los últimos dos cuadernos revelan de manera particular la madurez lograda por el autor en el manejo y la cadencia del lenguaje.


POESIA
1. Catulo o la infamia de Roma Yván Silén Terranova Editores
2. Ese lugar bajo mi lámpara Mairym Cruz-Bernal Edición de Autor
3. Música de cámara Noel Luna Terranova Editores
4. Palo de lluvia Xavier Valcárcel Agentes Catalíticos
5. Acordes afanosos Pedro Juan Ávila Terranova Editores
6. Piélago Javier Roig Isla Negra Editores
7. Angst Rubén Ramos Agentes Catalíticos
8. Miss Carrusel Mirna Estrella Pérez Sótano Editores
9. El deseo forastero Abdiel Echevarría Cabán Editorial Identidad
10. Inmunología poética Moisés Agosto Rosario Editorial Tiempo Nuevo


*El autor es escritor y comunicador. Publica En las letras, desde Puerto Rico, boletín que se ocupa del acontecer cultural y literario puertorriqueño, que es reproducido por diferentes bitácoras y páginas cibernéticas. Se ha desempeñado además como Coordinador Editorial para el Instituto de Cultura Puertorriqueña, Coordinador de Medios para acontecimientos y proyectos culturales. Es fundador de la revista Taller Literario.

*Este texto pertenece a una serie especial de 4 tomos.

sábado, febrero 05, 2011

claro que hay un libro de nosotros
donde no apareces tú únicamente
un donde en el que somos juntos todo:
una calle abarrotada de ruidos y conceptos
efemérides
pena, culpa y lo posible
pancartas, banderitas, sueño
la nostalgia y la pobreza
vinilos, droga y pólvora
enumeraciones
pantomima y baba desbordada destruyendo
sobre asfalto, loza, sobre ropa y tennis nuevas
inevitablemente trabajadas en remoto
también por un nosotros
pero con otra cara puesta y otro tiempo
otro gesto y otra meta
otra foto de perfil, del mundo
en la que no existe mi calle, ni mis ruidos
en la que no existe poesía, ni mi idea
aunque en exceso la verdad sentada
bajo el polvo
y Coca-Cola y agua embotellada, chicle
y la parafernalia plástica
de un hoy que es el mío
y es el tuyo, sólo que en otra posición del globo
en otro obturador
frente al que somos tal vez nada;
un nombre
una borrosa asociación
paisaje
kinetic lighting pictures
otra naturaleza muerta.

viernes, febrero 04, 2011

En celebración de la presentación de Palo de lluvia

Una poeta de aguas profundas encuentra una verdad que decirte: reconozco en ti al poeta de la superficie del agua, al que flota asido a un madero, al anfibio que recuerda su procedencia cuando llueve. ¿Alguna vez has pescado de orilla con chinchorro? No, pero te gustaría porque según Yolanda Santana, pescadora de Aguadilla, cuando los peces quedan atrapados en la red suena como si lloviera.

Xavier, tú puedes imaginar el mar convertido en cielo porque tienes el don de la imaginación material del agua, en ti como en Yolanda existe ese cosmos invertido en el que los peces se comportan como gotas de lluvia. Bachelard te explica en "La supremacía del agua dulce", cap. VIIde El agua y los sueños:

Esa sensualidad primitiva, que proporciona argumentos a una doctrina naturalista de las imágenes activas en los mitos, da una razón para la supremacía imaginaria del agua de las fuentes sobre el agua del océano. Para un sensualismo de este tipo, la necesidad de sentir directamente, la necesidad de tocar y de gustar sustituyen el placer de ver.

Por ejemplo, el materialismo de la bebida puede obliterar el idealismo de la visión. Un componente material aparentemente ínfimo puede deformar una cosmología. Las cosmologías sabias nos hacen olvidar que las cosmologías ingenuas tienen rasgos directamente sensuales. Cuando restituyamos a la imaginación material su lugar justo en las cosmogonías imaginarias, nos daremos cuenta de que el agua dulce es la verdadera agua mítica.

Me dedicas “Palo que llueve”, hablas conmigo, te enojas, sabes que no puedo salir a flote, soy un pez: "la fibra y el mar a veces acampan en la arena con una desnudez provocadora. las ramas se hunden en el borde de la espuma dejando a la sal hacer sus nidos. la sal tiene dos alas, pico y plumas. y es adicta a la xilosa, igual que tú".

¡Cuánto nos parecemos, hijo, hermano, pescador! Pero yo no salgo a la orilla y tú no te sumerges, somos fibra y mar, pico y plumas. Eres un poeta del agua en la superficie, del agua que cae, del agua que pudre la madera, estos versos lo delatan (la numeración corresponde a la sección "Palo que llueve"):
2. "no decidí que mi ramaje estire como buscando lluvia"
4. "heredero de un reino de camas destinado a la polilla"
5. "nos debemos a los yoleros pescadores"
6. "la construcción de las nasas"
8. "orilla"
11. "lluevo, derrame de enjundia"

De todos, el más importante es "orilla" del poema 8. ¿Puede existir un poeta del agua que se quede en la orilla? Sí, porque tú eres la fuente, porque tú puedes llover sobre otros. Lo sabes. La mujer sólo puede ahogar, jalar a los demás hasta el fondo. Pero tú eres palo que hombre y llueves.

Dime, ¿quién es Aidualc, espejo de Claudia?

Tu poemario me evoca una canción llena de cosas. Tu escritura evoca en mí la felicidad de esa canción de Jobim que Elis Regina convirtió en un poema. Es tu libro en portugués, un poema que llueve.

É pau é pedra
É o fim do caminho
É o resto do toco
É o pouco sozinho
É um caco de vidro
É a vida, é o sol
É a noite é a morte
É o laço é o anzol
É peroba do campo
É o nó na madeira
Caingá, candeia
É matitapereira
É madeira de vento
Tombo da ribanceira
É o mistério profundo
É o queira não queira
É um vento ventando
É o fim da ladeira
É a viga é o vão
Festa da cumeeira
É a chuva chovendo
A conversa ribeira
Das águas de março
É o fim da canseira
É o pé é o chão
É a marcha estradeira
Passarinho na mão
Pedra de atiradeira
Uma ave no céu
Uma ave no chão
É um regato, é uma fonte
É um pedaço de pão
É o fundo do poço
É o fim do caminho
no rosto desgosto
É um pouco sozinho
É um estrepe é um prego
É uma ponte um ponto
É um pingo pingando
É uma conta, um canto
É um peixe, um gesto
É uma prata brilhando
É a luz da manhã
É o tijolo chegando
É a lenha, é o dia
É o fim da picada
É a garrafa de cana
Estilhaço na estrada
É o projeto da casa
É o corpo na cama
É o carro enguiçado
É a lama, é a lama
É um passo, uma ponte
É um sapo é uma rã
É um resto de mato
na luz da manhã
São as águas de março fechando o verão
É promessa de vida no teu coração

Con todo el cariño,
Irizelma Robles Álvarez
Jueves 16 de septiembre del 2010 a las 10:30am.


domingo, enero 23, 2011

nos hemos drogado tanto últimamente
que no recuerdo un tiempo.

la ultima vez fuimos casi descalzos al parque
en la locura del iris
vueltos una melcocha de flores pardas con olor a mierda.

hubo otra vez
una mentira de luz
sobre el cemento.
esto de escarbar la casa para encontrar silencio
aturde

no porque aparece así el polvo
las arañas
el confetti
las medias manchadas de la gotera vieja
la diapositiva de una pobreza adulta, nuestra
arqueología
uñas,algodones de alcohol seco

sino porque es también rayar la témpera sobre crayón
arrastrar hacia la luz espejos
poner en evidencia abriendo
la biografia elemental de estas ojeras.
nada ha podido este tiempo pirotécnia.
tal vez desenlazar la mano de la pólvora
quemar verdad y sus piñatas
detonar conversaciones del futuro
aguantarme
ahora
que hay cenizas
sucio
un país fuera de sitio.