viernes, noviembre 28, 2008

Bola de tennis

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tengo medianeras aislándome la voz
y cuando digo tú ahí va mi eco
rebotando en el silencio al final de la palabra
mi soledad de tipo triste parado en el balcón
las máquinas de construcción abajo hacen que el cuarto tiemble.

santurce es, si se te olvida, la gran ciudad del mundo
una cartografía afilada y tornagris
que debe compartirse en una taza de café y luego un beso

puedo decir todos los nombres de las mujeres del último mes
puedo monologar sobre tu ingle de hace años
repasarte en el pequeño libro de aberturas anatómicas y antónimas
tocarte con la yema de los dedos del que fui
pero el arrastre me es tan áspero en el decibel
que la caricia va y rebota
como un eco clavadista
primero un golpe aquí en el labio seco
y solo
luego un salto de ventana y fin del sueño

hay mañanas como hoy en las que es preferible otro sonido
no mi pecho en el teclado
dejar que la sinfónica de grúas y taladros me recuerden
la proximidad de nuevos cuartos
la reconfiguración de la expansión borrándome
la vista que nos hizo
las noches de mirar la orilla derecha de la laguna de condado
el jardín del museo los domingos familiares
la torre Cobian
y su pareja de viejitos desayunando en la ventana tantas horas
mi cactus
esta silla
tu pez beta vestido con kimono esperando la comida
de los viernes desnudos que se sentaban en la mesa.

tengo medianeras aislándome la voz
y tus ecos como una bolacera rebotante

no sé por qué guardo el solar de mi palabra si las maquinas atentan
si la gran ciudad se crece como un libro acordeón
y el graffiti va en aumento.

si las mañanas se me acaban, coño

si ahora más que nunca ausencia es un reloj de arena.

miércoles, noviembre 26, 2008

(. 3


“soy como el chile verde llorona, picante pero sabroso”

hace medio día hubiera sido fácil
escapar por los caminos que me diste
torcer alguna construcción fantástica o un verso
echar lo necesario en la mochila sin mirar los mapas
que siempre fueron infinitos
pero que desplegaron circulares frente a mí

quizás mi todo últimamente tendió en la dirección del ciclo
incluso lo que no era mío en estos días
despegó en vuelo giratorio ante mis ojos
con la luminiscencia peligrosa de un platillo tronador
o una luciérnaga perdida parpadeando

ahora
después de mediodía
la única certeza es el poema de la pólvora
sin firma
con el que despediste la posibilidad fugaz e histórica
de detonarnos
esto que leo mientras vuelo y que no sé
y que me duele aunque no importa
si fue escrito para mí o para alguien
para nadie mientras pensabas en un alguien
para alguien mientras la nada te pensaba
o si es de algún poeta malo
o de un piromaniaco como yo

no sé si ya te dije
de niño encandecía todo compulsivamente y me llevaron al psicólogo

nunca he sabido por qué tuve la culpa y no los fósforos
si desde siempre ellos metieron su cabeza en las hornillas

y no sé
es cierto que desconozco muchas cosas
a ti
aunque el reloj marcó contigo 272 horas

a mí
y me da rabia

la poesía no debería depender de la interlocución
ni de nostalgias
como esa caminata nuestra por el frío de lo último
hasta mi metro y tu camión en Indios Verdes

quizás lo único que sé
muy prematuro
es que tal vez no me debiste regalar el disco de Chavela Vargas
en el que se despide
no por la Llorona
ni por todas las canciones borrachas que sonarán punzando
todos los días próximos de lluvia
sino porque también me diste un círculo
nostalgias rotatorias
aun cuando nos era mucho haber dejado puntos suspensivos
en un paréntesis abierto

te prometí que volvería

aun no toco tierra en ningún lado
y ya tengo un terror conciente
por no decirte cargo de conciencia

es que yo estaba harto de los ciclos
y por eso fui al país de las piñatas.

“yo soy como el chile verde llorona, picante pero peligroso”

(. 2

me fui
todavía no aterrizo y sin embargo
siento el peso ya de haberte escrito
la pequeña carta doblada
que nunca me atreví a escribirle a nadie.

(. 1

"portate bien y frena"

es contigo con quien toda mi noche existe
afuera de la música de Silvio y de las tortillas azules tristes
por la poca hambre que me acecha

es contigo mi certeza de noche acurrucada
que no sé aún ni todavía
pero que necesita de un cruce de piernas
la tibieza de un nosotros inventado
porque es tan cierto que nos desconocemos
procedencias
que tu ni yo sabemos el por qué
nos escapamos a la cima del destino
por qué Silvio resuena todavía
con una crecencia de tambor en un queso fundido
que tú ni yo sabemos lo que nos espera
cuando se apaguen las luces
si ya la madrugada creció un nosotros
como una herida abierta
que no podrá la cicatriz
aun cuando los dos estemos lejos.

"el fin es reventar la noche"

"no sé distinguir lo complicado de lo simple
y ahora está(s) en mi lista de promesas a olvidar"

yo quise decirte que mientras caminábamos el frío era un peligro que cortaba tenue y que tenía filos melancólicos que apuesto nadie de los dos planificó para mi última tarde posible contigo, que no esperaba andar en tu ciudad ayer como en todos los besos del domingo en Tepoztlan cuando la lengua del alcohol nos desgarró las máscaras mientras la claridad abría un nuevo río, pude decirte más de lo que dije e inventarte todas las coincidencias que quisieras más allá de las que en realidad nos enlazaban sin saberlo, sólo por lacerarme y por quererme con el taco en la garganta del nostálgico que sabe que a la vuelta de la esquina está la última estación, que el metro corre siempre hasta las doce en dirección contraria, que ya casi son las doce nuevamente y nada espera. quise decirte que me voy porque me harté de caminar estos últimos días sin rumbos fijos por las calles, por las plazas, por los parques, que las parejas salivando en el espacio público deprimen si uno anda solo y sin bufanda frente al azote del vacío, que la temperatura de la distancia parte labios igual que la temperatura del adiós, que descubrí muy tarde que me gusta acariciarte el pelo sin que sepas, caminar al paso tuyo por la noche cruzando intersecciones y avenidas peligrosas de ciudad más grande del mundo, sin que me cruce por la mente la tragedia del peatón atropellado aunque sí un fin; que puede referirse a muchas cosas, como la polipoesía o que te haya dicho llorona sin saber de la canción, ni que esa tarde, la primera y no ayer, tuvieras para mí en otra esquina con entrada a la estación de Hidalgo el primer trazo del escape.