domingo, abril 29, 2007

K

Esto también es un intento. Un llamado valido a tu mirada de otro mundo, un toque de puertas, de tambor y de agua, por favor contesta, acá te estoy necesitando. Te prendo velas, dibujo a nombre tuyo, juego a los malabares en el mar, miro a los perros de Calle Loíza de otra forma. Quiero pensar que sigues bien, que al otro lado nada te consume. Pienso en ti y en tu distancia extraña y te perdono. Te la entiendo. Pero te estas volviendo la mujer que nunca cesa en el recuerdo, y no te puedes dar el lujo. Te regalo letras. Te regalo tiempo. Perdóname la changuería. Quise decir que me haces falta.

hace falta la voz que se despeña suave
en transito dolida
abriendo la garganta,
el gotereo delicado de todas las silabas
tuyas
que a veces me parecen la caída de Wallenda,
todo lo trágico y lo bello al viento
las imágenes que no se esperan

no puedes darte el lujo de extinguirme el eco
la cascarita de tus versos
porque te da la gana,
este egoísmo no permite despedidas
no te quiero en la distancia,
saberte lejos a dos calles es algo conflictivo,
te extraño a medio vino,
no te sé.

PUBLICA en =DESTO

Desde los orígenes, la humanidad ha tenido que hacer frente a dos problemas fundamentales: la forma de transmitir los contenidos en el espacio y en el tiempo, y la forma de preservar los mismos. El hecho de que la humanidad, o el hombre como librepensador, se hayan planteado la necesidad de determinar la forma de garantizar la perpetuación e integridad de un contenido, o los; así mismo como la conservación del soporte en el que fue o fueron plasmados y el medio por el cual se mantendrá inalterada la intención o finalidad para la cual se concibió, es un logro sin fecha de caducidad.

En momentos donde la tecnología, y en ella la red, le han ganado la batalla a las publicaciones tradicionales, por apalabrar el formato común y reconocible, la impresión y las propuestas de proyectos de publicación han torcido la estructura de sus contenidos hacia la innovación. El espacio =DESTO, localizado en la calle Américo Salas #1400 en Santurce, inauguró el pasado sábado 14 de abril, a partir de las 6:30pm, la exposición colectiva PUBLICA, organizada por Kristine Serviá, y que se extendió hasta el sábado 28 de abril de 2007. Dicha exposición albergó, a modo de archivo, una compilación de sobre 33 publicaciones pasadas y/o presentes que pretenden o pretendieron marcar un momento significativo, o decisivo, a la hora y en el modo de difundir la información, abordada desde propuestas periodísticas, literarias, plásticas, fotográficas, bidimensionales, digitales, tridimensionales, formales o experimentales.

Mostrar una compilación de publicaciones pasadas, recientes y/o actuales es un gesto potencial, generoso y evidentemente necesario (históricamente hablando, me atrevo a decir). Más aún cuando se trata de proyectos interdisciplinarios que, aunque parten de propuestas individuales/independientes, tienen por trasfondo el presente, un hoy demasiado cercano, casi casi un mismo contexto, del que se tiene algo que decir. Y es ahí donde PUBLICA acerta.

Hilando todos los proyectos por el factor expresión/impresión/publicación, este junte parece haber logrado un resultado lineal, espejo del hoy, grafía, impulso, voz y plástica, todito unido.

Hace rato se necesitaba una exposición como esta, sobre todo en estos tiempos donde el gran todo se ha roto y se invita, no sé si a empujones, a la individualidad; tiempos en los que la innovación parece una obligación irremediable para todo ente creativo asediado por el famoso comentario de que ya todo está hecho. Tal vez por ello esta compilación de proyectos (revistas, folletos, libros artesanales, camisas, páginas web) que están haciendo o que hicieron un paréntesis reaccionario en Puerto Rico a través de los últimos años y que son una pequeña muestra, pienso yo, de muchas otras publicaciones que se mueven o se han movido en la subterra del país.

Antes: Taller Literario, Zurde, El Sótano, Tonguas, La Urbe. Ahora: Conboca, Agentes Catalíticos, Faden, la Revista Púrpura, Aguja, entre otros muchos.

Mis impresiones sobre PUBLICA parten de la impresión misma. Es necesario señalar la riqueza en las tipografías, la imagen junto con la fotografía digital, la coherencia y lo estilizado de los diseños. Lo nuestro es otro tiempo. La impresora y su triada de tintas, el Photoshop, lo que se tiene que decir, el Internet, los blogs, el Flash, los nuevos proyectos de audio.

Esta colección es extremadamente rica y potencial, no sé si en el futuro evolucione. ¿Qué pasa si la colección sigue aumentando? ¿Qué pasaría si la exposición termina siendo una muestra representativa de la nueva expresión en el país? De ser así, de haber algún cambio, con ellos por favor que aumente el espacio. Claro, =DESTO es un espacio intimo y acogedor, pero me atrevo a lo ambicioso de este junte, a creer en la palabra archivo, a toda una gran muestra de las publicaciones experimentales que circulan o han circulado con caracter propio, o en su intento, en la isla.

miércoles, abril 25, 2007

Monólogo del desaparecido

me queda poco cuerpo para darte
manto, techo de carrusel
pocos tensores, neurotransmisores
me queda
poco
tacto
pocos espacios
no cartografiados por las lenguas
por las callosidades de las manos
por la rugosidad de las miradas enzimáticas
sudoríparas
pre seminales
toditas se han robado mi sabor, la dermatografía exacta
el ancla
la razón de todos mis naufragios;
pocas pestañas, una fractura, frasquito de pigmento
el batíscafo, la escafandra, el glande
todo perdido bajo un matre de cunetas
todo secando en el perchero de una casa entre caderas que olvidé.
me queda
poco cuerpo
para darte
porque lo otro lo han usado como filtro, colador, envase
como templo de perdones
baldaquino en carne
con altar.
se me olvidó decirte
pero no contigo
a veces juego a dios
a actuar de forma milagrosa, a la crucifixión
al resurrecto en leche
en bocas nuevas
orto
ne sopruec soceuh
rotos
se me olvidó decirte
pero no contigo
yo soy Dios
aunque me quede casi nada para darte
masa viscosa de hombre usado
para ostias
me queda la putrefacción
estas caricias tibias que no despiertan hambre
este maná de niños que sólo le seduce a las hormigas del verano
esta garganta que supura mis suicidios
el eco estereo de la primera vez que no hubo nunca
este pedazo de ácimo debajo del ombligo
por el que no existen famélicos
de media noche
en las esquinas.
me queda
poco cuerpo
para darte,
entregaría todo sin pensarlo
hasta el estomago, los intestinos, el bofe

si es que soy carne de res
ofrenda
mis dos testículos y todo el peso de sus vidas

te daría
en tus manos
mis piernas para ti
mi cuello entero para tus nudos de corbata
desnudo hasta mi lagrimal
(la carne tierna)
me daría hasta la sangre

pero
apenas tengo
cuerpo
para mí.

domingo, abril 22, 2007

Cuestión de estrategias

Necesitaban refuerzos. Elementos hasta ahora desconocidos habían herido a dos oficiales en una intervención por posesión de drogas en contra de un menor de 15 años. Un muchachito, que para colmo de males, resultó ser el hermano del susodicho Abrante; tirador oficial de todo el material distribuido en el área de Loíza. Si le añadimos a eso, que en el residencial en donde se efectuó la intervención se estaba celebrando el cumpleaños de las dos sobrinitas del muchachito, y por ende, duo de hijas de Abrante, la lógica diría que ese intento de arresto no se debió efectuar. Al menos no esa noche. Al menos, debieron haberle dicho a los oficiales, Rosado y Betances, que el muchachito es intocable. Pero nadie se los dijo. Lo tocaron. El elemento se echó a correr, los oficiales son nuevos, sacaron las armas, se metieron en el cumpleaños, revolcaron el avispero.

La gente en esta área aborrece a los perros, no les importa que porten placa policial, que lleven armas de fuego y macanas, que hayan cien escuadrones por cada hombre caido. Tuvieron suerte de poder salir con vida. No hubiese sido la primera vez que una comunidad arrastra y mata a un oficial con un orgullo crudo. Fue entonces la llamada. Necesitaban asistencia médica y refuerzos por caso de motín.

El sargento Carlos Gutiérrez se presentó a las 12:02am con todos sus hombres. La División de Operaciones Tácticas tomó el residencial. Nadie podía salir. Después entró la Fuerza de Choque, la División Montada en sus caballos y dos helicópteros con reflectores blancos que transformaron la noche en un set sacado de las películas de acción.

Nadie sabe de dónde salió el primer disparo. Pero después todo se convirtió en un sal si puedes, fuego cruzado, Gutiérrez sintió aquello quemandole en el centro de su pecho, necesitaba respirar.

Los escuadrones con plomo.
La gente del cacerío también.

Abrante, su hermano y la nenas, junto a las tías, los tíos, los abuelos, las abuelas y la mitad de los casi ciento cincuenta invitados que no habían corrido, se quedaron en el centro comunal en lo que todo se lograba. Carlos Gutiérrez pensó en un poco de gas. Los gritos de los niños. Trajeron el equipo. Los hombres de Abrante batiéndose a tiros con la policía desde los edificios. Gutiérrez hizo la seña con la mano. Los gases lacrimógenos volando hasta el salón del cumpleaños. Después el corre y corre. La gente en su fiesta. Asfixia. La fuerza de choque cerró la única puerta de entrada y de salida. Las piedras al aire. Se había detenido el transito en todas las vías cercanas. Todos los barrios habían corrido hasta el residencial. Gutiérrez hizo su seña de basta. Las puertas cerradas. Los cumpleañeros golpeando el adentro en un intento por salir.

Lo otro fue fácil. Los hombres de Abrante fueron cediendo poco a poco. Un par de heridas no le hacen mal a nadie. Puños a las mujeres, macanas a los niños, plomazos en el pecho a los que vengan sin camisa. Poquito a poco el caserío se devolvió al silencio de su medianoche. Los helicópteros a otro perímetro. Las ambulancias hacia la sala de emergencia. Sacaron a la Fuerza de Choque, a los caballos de la Montada, al resto de la división. Sólo quedaron tres patrullas y ocho hombres necesarios. Gutiérrez dio la orden para que abrieran las puertas de la fiesta. La gente histérica. Un par de desmayos. Ojos llorosos y arcadas. Peces en tierra buscando respirar. Gutiérrez también necesitaba. Sacó la pompa de aire de la cajuela del carro, biombos azules, Proventil. Inhaló lo necesario. Cerró la puerta del vehiculo, encendió el motor. Miró desde el aire acondicionado y sonrió muy leve. El hermanito de Abrante estaba a salvo. Volteó hacia el compañero de turno. Acuérdame decirle a Betances y a Rosado que con esa gente no deben meterse.

domingo, abril 15, 2007

hombre triángulo

pa r

apenas te conozco lados
sólo la voz
y en su distancia, el arenal de los cuarenta barrios
donde imagino tu niñez
corriendo en un intento de chiringa
reinventando en cada vuelo lo polígono
el sin querer queriendo de tu futuro hombre grande
ibas
por el mundo
en fuga
tu gigante mundo de mitad de isla
a medias
robándote conversaciones de la gente
robándole caricias a los chinches
pequeño loco de ojos grandes

debiste haber sido los ojos
o nariz
toda la boca con esquinas
todito cuerpo que aprendió lo hombre pese al mar
con sus desordenes de brújula
que siempre ha estado al lado
creciéndole los cuerpos a los niños
vecinos de las islas
yo, por ejemplo
y tú
jugando a ser actor en el adentro de otras tablas
creciste
escribiendo en carne viva de la carne
igual yo
no te conozco nada
es cierto
invento
acá te pienso en ángulos.

te invento hombre triangulo por que me da la gana
con todas mis implicaciones
porque quería geometría en un poema carne y hueso
y tú
te apareciste un día destos
aparatoso
culpa tuya
regalándome funciones sin saberlo
puro teatro, muchisimo feeling
otra puntada y saz
y yo con una hoja en blanco por aplausos
en una hoja en blanco
hombre triángulo
te escribo un cartabón.