miércoles, mayo 07, 2008

Discurso primero

pa Christian

Oidme
Yo hablo por algunos hombres que se callan.
Los mejores.
Paul Eluard
estoy de pie, aquí
frente a los ojos de todos
en nombre de una gesta absurda, artificio heroico mítico
clásico para la conservación de las especies que no sabemos vomitar;
gesta ley primera trampa
arraigada a los discursos canónicos de una verdad absoluta
por la que el hombre se desgarra
se rompe en silabas y lalias por todos los poros de su tierra
carne cerámica, loza de baño
por todos los poros de su vaso esculpido en cristal.
y se me caen las ansias huecas a un hueco más vacío que una palabra hueca
y se me caen los gritos a la nada que es el sueño
y se me caen al caos tantas blasfemias.
ahora estoy aquí
armando el discurso elemental del ex-inútil hombre
en pasado
fui trágico y dramático y tristísimo
ahora un perro de universos ordinarios que se acercan
una amenaza de ladridos para el hombre que se sienta
un perro relamiendo estrellas y recuerdos de estrellas
un perro peligroso y delicado que hace caca y luego se limpia con papel.

damas y caballeros
ahí ha quedado el collar de amarre o la preciosa silla
país planeta para los presidentes de la lengua que no se saben huérfanos.

murieron todos los padres de columnas vertebrales hechas de letras
todos los padres que escribieron nanas para futuros hijos sordos
todos los padres que tallaron dados literarios para jugar los topos
los mismos que escribieron el poema de la silla, la ley del epitafio
que inventaron la palabra muerte y el cliché a la misma vez.
murieron
todos los hombres grandes que no supieron levantarse a pesar de la palabra tiempo.

por eso estoy aquí
fui hombre fui poeta ahora perro
lamo
me alimento de mi herida.
soy una amenaza de ladridos para el hombre que se sienta.
todos me mandan a callar. *
y aun no ladro.

este poema es parte de la serie Animal precoz, que toma como base el Altazor de Huidobro y el libro del dominicano Noé Zayas, Cieno.

* este verso ha sido tomado del verso de Noé Zayas, y todos me mandan a callar.

vea, también, los dos poemas que anteceden a éste, en el mismo orden de la serie, pulsando: des sessito y luego, apuntes sobre la locura

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