"portate bien y frena"
es contigo con quien toda mi noche existe
afuera de la música de Silvio y de las tortillas azules tristes
por la poca hambre que me acecha
es contigo mi certeza de noche acurrucada
que no sé aún ni todavía
pero que necesita de un cruce de piernas
la tibieza de un nosotros inventado
porque es tan cierto que nos desconocemos
procedencias
que tu ni yo sabemos el por qué
nos escapamos a la cima del destino
por qué Silvio resuena todavía
con una crecencia de tambor en un queso fundido
que tú ni yo sabemos lo que nos espera
cuando se apaguen las luces
si ya la madrugada creció un nosotros
como una herida abierta
que no podrá la cicatriz
aun cuando los dos estemos lejos.
"el fin es reventar la noche"
"no sé distinguir lo complicado de lo simple
y ahora está(s) en mi lista de promesas a olvidar"
yo quise decirte que mientras caminábamos el frío era un peligro que cortaba tenue y que tenía filos melancólicos que apuesto nadie de los dos planificó para mi última tarde posible contigo, que no esperaba andar en tu ciudad ayer como en todos los besos del domingo en Tepoztlan cuando la lengua del alcohol nos desgarró las máscaras mientras la claridad abría un nuevo río, pude decirte más de lo que dije e inventarte todas las coincidencias que quisieras más allá de las que en realidad nos enlazaban sin saberlo, sólo por lacerarme y por quererme con el taco en la garganta del nostálgico que sabe que a la vuelta de la esquina está la última estación, que el metro corre siempre hasta las doce en dirección contraria, que ya casi son las doce nuevamente y nada espera. quise decirte que me voy porque me harté de caminar estos últimos días sin rumbos fijos por las calles, por las plazas, por los parques, que las parejas salivando en el espacio público deprimen si uno anda solo y sin bufanda frente al azote del vacío, que la temperatura de la distancia parte labios igual que la temperatura del adiós, que descubrí muy tarde que me gusta acariciarte el pelo sin que sepas, caminar al paso tuyo por la noche cruzando intersecciones y avenidas peligrosas de ciudad más grande del mundo, sin que me cruce por la mente la tragedia del peatón atropellado aunque sí un fin; que puede referirse a muchas cosas, como la polipoesía o que te haya dicho llorona sin saber de la canción, ni que esa tarde, la primera y no ayer, tuvieras para mí en otra esquina con entrada a la estación de Hidalgo el primer trazo del escape.
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