domingo, junio 22, 2008

Descoso la palabra en un desmiembre que no agota
Hundo los dedos o la rabia en su estómago microsilábico
Cierro los ojos y recorro mi experiencia de escalpelo sobre camas
Pierdo los hilos con la gula de ver su herida abierta
como una vulva ansiosa detenida para siempre

Entonces pasan días en los que intento concentrarme
la palabra extendida en la misma mesa del café
a la espera
mientras trato de situarme a la merced del ojo
cediendo a la pasión terrible del voyeur
aunque después de vasanpeine prefiera ser amante observador
tocar el fondo de las cosas con la vista
colectar las panorámicas de todos los adentros descocidos
luego hilar
hacer un cuerpo polisílabo que no se acabe
Entonces el placer de la abertura
mirar el costillar en cada letra
esa bendita coherencia ilógica y magnífica de juntar signos
órganos vivos latiendo al mismo tiempo
entretejidos por arterias demasiado finas
como para formar un sólo acordeón

Esta tarde he mirado una palabra que me callo
Ha sido luego de tu ida
Se contrae y se expande desde adentro como el pecho de un rendido
Puede que sepa que el protagonismo de palabra sola sobre el mundo
es nada
Puede que sepa, igual, que a mí la comunicación siempre me falla
que descubrir que la palabra es nada
es una puerta abierta para huir

1 comentario:

Ser Aquí dijo...

veo que pusiste el ejercicio!.. Bien