Y entonces me pregunto qué es lo que tú quieres. ¿Un muñequito inagotable de papel higiénico y de trapo, la cama escupida del hombre, el doblez de su palabra o su espalda, el vello púbico mío para tejerte la virilidad que te hace falta; un amigo un hermano un padre un hijo?, dime. Ya he mutado suficiente para ti. Ya he imitado cada uno de los superhéroes. ¿Qué me falta por hacer? ¿Asarme? ¿Tenderme para ti otra vez en un platillo de cerámica? ¿Engordar los huesos aun más para tu fanatismo cerdo por el tuétano, la medula? Guloso. Uno se cansa de tratar hasta el maltrato. Uno se cansa de la carne hasta que rompen los tendones, y el cartílago, y la vena. Ya lo he tratado todo, en serio, dime.
Que todavía puedo más.
Que todavía puedo más.
6 comentarios:
excelente texto!
se universalisa para culquier lector o lectora
las preguntas que hacen tus palabras
suelen presentarse en tantas situaciones!!donde el amor grita que no recibe lo que da
este fragmento es muy fuerte y bien dicho!
"Uno se cansa de tratar hasta el maltrato. Uno se cansa de la carne hasta que rompen los tendones, y el cartílago, y la vena"
Xavier: pasa por mi blog porque te he escogido para el MeMe.
No puedas más. Tus palabras son tan necesarias como suficientes.
cuando a una la dejan sin aire las palabras...
¡excelente! Xavier... me encantó, pasa por mi blog... la he actualizado.
Publicar un comentario