Los perros ciegos se habitan e invaden la región de la exquisitez,
beben nada y lloran del dolor de los recuerdos.
Noe Zayas
me siento en esta silla desde que soy inútil.
encorvo un poco la columna, abro las manos
tecleo con impulso de viejo maquinista.
me siento clásico, que le hago honor al gesto de escribir
la bombillita encendida, mucho papel blanquísimo
los espejuelos y un poco de sudor producto del escalofrío.
al fondo arquitectura mínima, la matemática de tantos libros estibados
una ventana miami de hojas dobladas
y la ciudad.
sucede que me siento en esta silla desde que soy inútil.
no existe otro lugar para ejercer lo trágico.
soy trágico y dramático desde la letra.
soy trágico y tristísimo desde la letra.
soy trágico y dramático y tristísimo y ya ni me soporto.
la letra la aprendí encorvado en esta silla
en la que he decidido no sentarme
para mal de la poesía
desde hoy.
6 comentarios:
Me encanta.. me encanta.. me encanta! Adoro tu incapacidad para sentarte!
esto esta bueno, quitale ese "sucede que" y me parece que seria mucho mejor,
un abrazo putita...
E.D. Anslevide Diaz
gracias Eliceo
un honor tenerte por aquí
la poesía es una maldición que nos precede y nos persigue. esas cosas no las decide uno. te extraño.
xavier...
muy bueno este texto, aunque ironicamente cruel...
Se trata de la capacidad y la incapacidad del poeta...lo sé, se lo que se siente, lo que se sufre y se disfruta con cada verso...
Saludos desde buenos Aries.
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