sábado, mayo 31, 2008

Los otros cuerpos: Antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora. [[Reseña]]

1.
“Las figuraciones de la nación puertorriqueña suelen ser”, cito a Rubén Ríos Ávila en su ensayo Queer Nation, “de hecho, como en otros tantos lugares, bastante previsiblemente heteronormativas; o se trata de la nación viril, macha, profetizada por Albizu Campos, fundada en un heroísmo de la hombría, o se trata de la nación femenina de Gautier Benítez, una isla doncella, un búcaro de flores columpiado sobre la mar Caribe en espera de la inseminación poética del bardo de turno.” Sin embargo, las figuraciones de lo “otro” en Puerto Rico, aquello que no trata ese heroísmo de la hombría o de la hembría, eso que atenta en contra de los parámetros de la familia, “perfecto páramo de toda sociedad futura”, como escribiera Manuel Ramos Otero, pocas veces tiene lugar en la Literatura Puertorriqueña. Quizás sí en los anales históricos, porque es más histórico que literario un primer paso, un primer grito, un primer libro sobre una otredad aunque ello sea literario. Los otros cuerpos: Antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora, editada por David Caleb Acevedo, Moisés Agosto Rosario y Luís Negrón, se sitúa entre el esto y el aquello, entre lo histórico y lo literario, pero en ambas primer paso. Es cierto que siempre existe el antes y que antes de la antología, tuvimos un Ramos Otero, un Marat, un Ángel Lozada y otros/as muchos/as, pero como antología, como cuerpo literario, cuerpo fragmentado por voces escribiendo desde el margen, o por el margen, de “la sexualidad, las identidades y las prácticas del otro, el género de lo otro, el estilo de vida de lo otro, lo subversivo, lo raro y lo que transgrede los códigos de lo normativo”, cito desde la introducción de Moisés Agosto, este primer paso de la Editorial Tiempo Nuevo se presenta hoy como un logro que trasciende al país profetizado, su comunidad gay, lésbica, bisexual, transexual y transgénero (GLBTT) y su Comunidad Literaria que se ha distinguido, igual, por lo “bastante previsiblemente heteronormativa”.

2.
Con un costillar compuesto por cuentos, poesía, fragmentos de novela, ensayos y estudios literarios, Los otros cuerpos se despliega ante el lector como poniendo sobre la mesa, al descubierto, la dermatografía de una temática antes destinada a la subterra del país, comunidad con techo, que es también un margen. En ese sentido, el lector que se adentra en la antología -vale señalar que los textos compilados respondieron al llamado de una convocatoria abierta- se enfrenta a la concepción, definición y boceto de una comunidad marginada, que parece luchar por el derecho a que se le reconozca su normatividad distanciándose de lo heteronormativo, que se propone transgredir la norma pero que no lo logra. Y digo parece, porque aun tengo mis dudas sobre si la antología, en términos de contenido, retrata a la comunidad gay, lésbica y queer puertorriqueña o si en su defecto, la reinventa a partir de los textos sometidos. Sin embargo, no se puede perder de perspectiva que Los otros cuerpos es una antología; en ella se compilan textos de 44 escritores residentes en la isla y en varias ciudades de Estados Unidos que respondieron a una convocatoria que buscaba piezas literarias bajo una temática específica, que el hecho de ser antología no implica, ni tiene por obligación, aunque tal vez debería, el compromiso de representar o retratar a la comunidad de la que se escribe; máxime sabiendo que los contextos cambian, que la comunidad gay, lésbica y queer de Puerto Rico no es igual a la comunidad gay, lésbica y queer dominicana, o a la mexicana, o a la argentina.

En ese sentido, y alejándome de mis dudas con respecto al retrato de la comunidad en el contenido de la antología, sobre si es representativa o no, Los otros cuerpos tiene en sus adentros un puñado de textos valiosísimos, intensos e/o inteligentes que bien podrían ser las mismas vísceras de los lectores. Vísceras que el lector avista y en las que se reconoce, vísceras para leerse en altavoz, oraciones y versos memorables, poemas y cuentos enteros, como ese de Aixa A. Ardín Pauneto que se titula Apenas un sorbo o el Cuento de un padre y un hijo de Larry La Fontain-Stoke.

3.
El gran peso de la antología recae en el aparte de Los cuentos, 21 en total, que tiene por carne -obertura primera- El cuento de la mujer del mar de Manuel Ramos Otero, a quien se le dedica el libro; ese cuento desgarrador, en el más hermoso sentido de la palabra, de narración, o filtración, poética y amor profundo. Es ahí, en dicho aparte, que aparecen las primeras vísceras de un proyecto que parece querer desembocar en lo hondo, pero que no lo logra; se autosilencia por ratos, se detiene frente al abismo y no lo apalabra del todo. (Es la primera Antología en la isla, segunda en toda Latinoamérica, lo sé. No todo está dicho. Quedan muchas cosas por decir, pero faltaron otras muchas.)

Sobresalen: Mundo cruel de Luis Negrón; Nomeolvides, de Maribel Ortiz; La cadena del Cano Belleza, de Ricardo Santana Ortiz; El rito, de Yolanda Arroyo Pizarro; Vida y obra de Marta la diabla, de Juan Pablo Rivera; Las mujeres del harén real no pueden ver a ningún hombre, de Jaditza Aguilar-Castro; y Llueve el amor sobre la lujuria, de Abniel Marat. Sorprende el Cuento de un padre y un hijo de Larry La Fountain-Stokes por su estructura inteligente y psicológica, por lo cinematográfico y enramado de la narración, por toda la nostalgia y el terror que puede o sabe evocar el escritor; por la precisión de la palabra. Por otra parte, Chenoa Osorio brilla con su cuento Adolescente hada transexual, que con un estilo muy suyo lleva al lector hacia el adentro de lo queer, de una realidad casi performativa marcada por las definiciones y la espera, la imagen y la estética, por ser el único cuento que parece hablar de una felicidad cotidiana lograda y construida sobre y a partir del margen.

Karen Méndez Sevilla, Chiara Merino Perez-Carvajal, Lilliana Ramos Collado, Miguel Figueroa y Robert Vázquez Pacheco trascienden por su poesía formón, certera y hermosa. Aixa A. Ardín Pauneto, Luz María Umpierre y Sheila Rivera resultan ganadoras en la poesía de esta colección. La otra poesía del libro se queda en lo tibio, en la zona de confort; a veces rayan en lo abstracto.

Completan la selección de los mejores textos de la antología: los fragmentos de novela Lento instante de paz, capitulo 7, de Moisés Agosto Rosario, y Conversación con Aurelia, Delirio, del Dr. Daniel Torres; el ensayo Queer Nation de Rubén Ríos Ávila, el estudio literario de Arnaldo Cruz Malavé, What a Tangled Web!: Masculinidad, abyección y la fundación de la literatura puertorriqueña en los Estados Unidos, y la entrevista Círculos de agua: Parada de orgullo LGBTT en el contexto de treinta años de trabajo por los derechos civiles, entrevista a Olga Urraca Paredes, de Javier E. Laureano.

4.
Últimamente he dialogado con algunos compañeros sobre la representatividad en la antología, sobre el cómo se transgrede la norma, y qué es la normatividad y la heteronormatividad en y desde este libro. Después de las conversaciones, estoy convencido de que Los otros cuerpos, y a su vez la Editorial Tiempo Nuevo, sientan las bases sólidas para una nueva etapa de la literatura gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora, haciéndola accesible y posible en términos de publicación y circulación en y fuera de la isla, teniendo como hecho que con esta antología se abre una serie de publicaciones bajo la misma temática. Sin embargo, todavía quedan verdades no escritas, cotidianas, distintivas y características de la comunidad GLBTT isleña que no lograron cabida. Todavía quedan sin incluirse detalles que colaborarían a la mirada pluralista que se inicia con esta antología; verdades que podrían ser escritas a gran escala por cualquier escritor que no pertenezca necesariamente a la comunidad gay, lésbica o queer: el vocabulario, el glamour, la representación en tarima, la vida nocturna, las esquinas, los discursos de imagen en conflicto, el sexo, la accesibilidad al sexo, el Internet, la droga, las realidades a escondidas, el autoencierro, las relaciones sentimentales, el amor, todo sin trazos de caricatura. En cierta medida, la antología cumple su función: rompe el hielo, el texto no es hermético, el lector no se enfrenta a un libro con pretensiones académicas, se crea un nuevo espacio, hay calidad literaria, se representa lo que se ha escrito, lo que se está escribiendo y lo que viene. Sin embargo, se queda corta en el retrato. Además, el lector se encuentra, muy pocas veces, distanciado de la traducción de lo heteronormativo al contexto gay, lésbico y queer, a pesar de que la meta introductoria es la transgresión. Los otros cuerpos: antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora me deja con hambre, a la expectativa de lo que aun queda por recopilarse.

"tu cuerpo es un infierno de nubes blancas"
Ernesto Vega

si digo nubes
quiero decir también mis párpados,
que desde ti van por el aire
como en vuelo transatlántico.

viernes, mayo 30, 2008

Birmania. O la verdad que nunca llega

Xavier Valcárcel y Don E. Walicek
Especial para En Rojo.
Periódico Claridad. 28 de mayo al 4 de junio de 2008.

El ciclón Nargis devastó a Birmania (país del sureste asiático conocido también como Myanmar) el 4 mayo de 2008. Desde entonces, la crisis ha empeorado. A partir de las primeras cifras, el número de muertos se ha multiplicado por diez, hoy rondando los 75,000; los riesgos por hambre y enfermedades sumados a la escasez de recursos y atención médica siguen en aumento superando cualquier predicción (hoy llegando a 2,000,000); a mucha de la ayuda internacional se le ha negado su entrada al país, y la poca ayuda que ha entrado ha sido dirigida a poblaciones específicas que no son necesariamente las más necesitadas; además, los medios internacionales han desvirtuado la realidad de una crisis que no nació a partir del paso del ciclón, ignorando, por ejemplo, que por décadas el régimen militar no ha cesado sus campañas de genocidio y desplazamiento forzado en contra de las minorías étnicas cuyas naciones delimitan al país.

Birmania está constituido por dos áreas geográficas: el Valle Irrawaddy, y una herradura de montañas y colinas que encierran el valle central. La mayor parte de su economía está basada en la agricultura, teniendo el arroz como producto principal. Mientras la tala de árboles (especialmente la teca) y la industria minera, características de la zona montañosa, contribuyen también a la economía, su extracción fortalece al gobierno militar actual y aumenta el nivel de miseria y violencia entre las poblaciones dominadas. Esta situación se ha complicado debido a la presencia de corporaciones internacionales como Chevron y Mitsubishi, que han formado alianzas con el Consejo Estatal para la Restauración de la Ley y el Orden (SLORC por sus siglas en inglés), violando, igual que sus aliados, los derechos humanos básicos de los habitantes, e ignorando las súplicas urgentes de los líderes de grupos que luchan diariamente por la restauración de la democracia.

Su diversa población podría dividirse en dos categorías generales: la población del llano, que constituye la mayoría birmanesa, y las minorías étnicas que han vivido tradicionalmente en las colinas. Mientras los birmaneses del llano son budistas y hablantes del birmano, la gran mayoría de los que han tenido las colinas como sus tierras natales, son cristianos, musulmanes y animistas que tienen como lengua materna alguna(s) de las distintas lenguas regionales.

Por más de 15 años Birmania ha sido virtualmente paralizada por confl ictos de todo tipo. Dos de los conflictos más trascendentales fueron la persecución y aniquilación de la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés), y varias guerras civiles realizadas no sólo en contra del régimen militar dominante, sino también entre las minorías étnicas. En 1990, la líder Daw Aung Suu Kyi (presidenta del NLD) fue electa con más del 80% del voto popular, recibiendo 396 de los 485 votos de los representantes de gobierno escogidos por el pueblo. Aunque el resultado, para aquel entonces, fue reconocido por el gobierno imperante del país, por la ONU y varios observadores internacionales, Suu Kyi, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1991, ha sido sometida repetidamente a arresto domiciliario y se le ha negado, a punta de violencia, el derecho a la toma de un poder que ganó democráticamente.

Las guerras civiles en las que las minorías étnicas participan están íntimamente relacionadas con el colonialismo inglés (en parte, por su salida irresponsable), el intento de estas minorías por su autodeterminación, y la violencia del cuerpo militar (cometido en general por los regimientos del SLORC). Y es que el cuerpo militar birmano se ha enfocado en la eliminación de etnias marginadas que se resisten a asimilarse, en la quema de pueblos enteros y la reubicación de los sobrevivientes, su explotación para la labor forzada, y la extracción masiva de recursos naturales valiosos.

Hoy día, miles de personas han huido y logrado refugio, limitado, en otros países, generalmente dejando atrás seres queridos y propiedades. En 1991, como se explica en el libro Burma Behind the Mask de Jan Donkers y Minka Mijhuis, más de 260,000 personas del grupo musulmán Rohingyas escaparon a Bangladesh en respuesta a la explotación por labor forzada, las ejecuciones y el constante abuso físico. Sus tierras fueron confiscadas por el SLORC y concedidas a los budistas, quienes fueron relocalizados en la región. En otro caso, una considerable cantidad de miembros del Estado de Karenni (que son diferentes de los Karen), un estado geo-político compuesto por varios subgrupos del grupo Karenni (aproximadamente 35,000) han logrado cruzar a pie la frontera selvática para llegar a Tailandia. Ellos han compartido historias personales en las que detallan lo que significa la ocupación de sus pueblos por tropas del SLORC: el cierre sistemático de escuelas, el asesinato “indiscriminado” de los líderes de sus comunidades, la violación de mujeres por los soldados del régimen, prostitución involuntaria, confiscación de tierras, y la construcción de nuevas autopistas. Al llegar a Tailandia, la Organización de las Naciones Unidas reconoce a los individuos no como refugiados sino como emigrantes por causas económicas. Los campamentos de los Karenni refugiados en Tailandia han existido por más de 15 años. Aunque son provisionales, están sobrepoblados, y en algún sentido funcionan como jaulas, les proveen a los refugiados su nutrición básica, servicios médicos, y educación. A pocos kilómetros de la frontera con Birmania se ha establecido un gobierno en exilio (definido históricamente como Estado Karenni), con varios partidos políticos y numerosas organizaciones de base comunitaria exitosa. Estas incluyen una cooperativa de mujeres tejedoras, una organización estudiantil, y grupos encargados de organizar los equipos de asistencia que regresan al país en un intento por brindar ayuda a las personas y familias enteras, que todavía sufren los abusos del SLORC. El colonialismo inglés en Birmania por 100 años y su posterior ida (que dejó el poder de un país ingobernable a la deriva), las elecciones de 1988, sumada a la muerte de 3,000 estudiantes universitarios y miembros de la NLD, recrudecieron el asunto. La persecución étnica se ha mantenido hasta hoy, incluso luego del paso del ciclón Nargis.

Daw Aung Suu Kyi, otros miembros del NLD encarcelados y otros miles de refugiados se superan pese a grandes obstáculos. En las palabras de un hombre Karenni, “Quiero que sepan de nuestras dificultades y cómo los dictadores nos reprimen, pero es más importante que sepan que no nos hemos rendido y que podemos hacer muchas cosas. Hacemos muchas cosas mientras atacan nuestra gente. Fundamos escuelas, manejamos clínicas y organizamos misiones de alivio. Sembramos campos destruidos y reconstruimos nuestras casas”.

Xavier Valcárcel es estudiante de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, y Don E. Walicek es estudiante doctoral en el Programa de Estudios Caribeños en la misma institución.

para ver el artículo y las imágenes desde su fuente original, oprima:

el final que no aparece dice:
Birmania no ha sido sólo victima de un ciclón, pero llegó un ciclón que devastó y reclamó protagonismo. Aung Suu Kyii alguna vez dijo: “la verdad vendrá algún día."

jueves, mayo 29, 2008

caldo de dos. o dos poemas que no quise.


1.
ayer fue la primera tarde en la que no coleccionamos nada
plumas sueltas que al final harán un pollo para el caldo del recuerdo
insectos que llegaron por su cuenta a nuestra página
nada de secreciones malogradas que se secan como todas mis imágenes de amor.

ahora que despierto ando metido en el poema
me desboco por decir todas las cosas que delinean el final
hay cosas previsibles que hablan del futuro casi oráculos
quiebres de párpados, fugas de aliento
esta rutina loca de no lograr una erección cuando te abres.
hay días en los que odio cómo me doy a la poesía
mis tramites de comunicación se cortan demasiado fieles a la letra
tal vez debí llamarte ayer para decir no quiero verte
algo que desconozco no me empuja a desearte
amo las tardes lindas que se van entre los dos
nuestra afición por la taxonomía pero
nuestras libretas reventándose de arte y energías
toda la música en la que empiezo a descubrirte.

yo debería abrir también los parpados
hacerle caso a cada tránsfuga de aliento.
quizás deba decir
me gustas mucho pero
mi cuerpo no responde para ti.



2.
estoy carne de flor rodeado de tus pétalos
pistilo de un nosotros que no quiere, estoy
como obligado
naciendo desde un tú que no planifiqué.
esta vez quería alzarme sobre el mundo de otra forma
diferente a los finales siempre trágicos de mi pasado
apasionado, deseando
carne de todo menos tuya
no deberte lo que debo.

no me gusta que la gente tenga expectativas sobre mí
no puedo edificar futuros ni pensarlos
a partir de ti todo es un mime metido sin querer por la nariz
incordio, molestoso, incomodo, desagradable
no me gusta enumerar todas las faltas
tu a pesar de tantas tardes lindas compartidas pero
es que quería tiempo para olvidarme de la última espalda
de todas las contorsiones malmanando a la hora del amor.
quise olvidar
yo estaba en esas
superando, bien tranquilo, y no me diste tiempo.
apareciste aparatoso
te me abriste pétalos y olor sin mi permiso
al centro yo, en el embudo
no hubo opción para negarme a tu presencia panorámica
a toda tu flor que es un arrope
un encierro
o una muralla histórica, edificada con fragancias tuyas y color.

en realidad es que no sé como llegué hasta tu adentro.
me estoy ahogando adentro de una maldita flor.

miércoles, mayo 28, 2008

Llueve la noche a ratos clareando por la ventana. Azota el cielo en agua siguiendo patrones de bipolaridad. Sufro poco. Engordo. Quisiera estar ahora recostado sobre la barriga de papi, subiendo y bajando la cara con la tranquilidad de lo intocable. Quiero café por la costumbre familiar de noches frías. Miro los álbumes. Las fotos de siempre parecen hoy tener consigo el olor de todos los años que he visto. Pienso en la muerte. Pienso en Mundaca. Siento decirle que yo también estoy que me despido. La lluvia en llanto cíclico me deja ahogado, demasiado naúfrago de una nostalgia que no sabe su nombre. Sufro suave. Todo parece la última llovizna de un mayo cualquiera. Vuelvo a las fotos. Me siento hombre crecido. Quiero dormir con esta sábana de carros de carrera entre mamá y papá hasta la luz del día. Miro hacia la ventana. Aprieto la almohada. Con una mano que no es mía escribo. Hago puños. Esto de ir solo por el mundo me persigue. Hago charcos. Vengo desde debajo de la lluvia. Quiero también oler a vicks o a alcoholado. Tenía tanto. 99 peces niños contados a mano separados de su madre. Goopies rojos. Quizás deba acabarme en la palabra. Pierdo la coherencia. Fluyo. Debo escribir la historia de cómo sigo aterrándome en las noches de rayos. Soy un cobarde. Debo clarear. Hacerme luz o agua. Huelo el café. Papi no llega. Truena. Todo lo parecido al sueño aprieta.

domingo, mayo 18, 2008

Conversando con la escritora Marithelma Costa en Tendido Negro y Confesiones (1ra parte)

por Carlos Esteban Cana

Continuamos la serie En sus propias palabras con la voz de Marithelma Costa, autora de títulos tan diversos como Era el fin del mundo, Kaligrafiando, o De tierra y de agua. Costa conversó con nosotros acerca de su obra en medio de una apretada agenda que incluía entrevistas para la radio, la prensa escrita y la televisión.

Anteriormente hemos publicado en diferentes bitácoras los trabajos dedicados a Luis López Nieves, Ana María Fuster y Julio César López. En esta ocasión los blogs Tendido Negro de Xavier Valcárcel y Confesiones de Angelo Negrón publican, como primicia, fragmentos de esta entrevista que estará disponible en el portal cibernético del Proyecto para el Fomento del Quehacer Literario durante el segundo semestre del 2008.

Próximamente circularán las ediciones dedicadas a los poetas Luis Antonio de Villena, Francisco Brines, Magaly Quiñones y Manuel de la Puebla. Sin más, por ahora, les dejo en la grata compañía de Marithelma Costa,
Carlos Esteban Cana



Una niña que lee como primer libro La metamorfosis, que desarrolla sus instintos literarios en la biblioteca de su padre y entre los libros de sus tías. Pariente de Gustavo y Luís Palés Matos, conoce además, desde muy joven, a escritores como José Luís González y César Andréu Iglesias. Estudiante de la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico. En la voz consoladora de la abuela escuchó, siendo universitaria, lo que sería su destino: ella viajaría. Y esas palabras, como si de un conjuro se tratara, instalarían la ruta, el norte, la brújula, el signo que marcaría su poética. Literalmente a llegado a lugares como Italia, Francia, España y Venezuela, entre otros. En el mundo de la creación, sin embargo, ha visitado el universo que conforman el registro de los diferentes géneros literarios revelando la huella que deja cuando se camina al borde del abismo. Transgresora, ha convertido la entrevista periodística y cultural en un género literario. Marithelma Costa, especialista en lingüística y medioevo, apasionada de la antropología y la arqueología americana pre-colombina, escritora puertorriqueña radicada en Nueva York, estuvo de visita el pasado mes de febrero. Esta egresada del programa doctoral de CUNY, galardonada por la American Poetry Association, impartió un taller de apreciación literaria para el Fomento del Quehacer Literario del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Aprovechamos su estadía durante esas semanas para conversar con ella acerca de su obra y esto fue lo que nos dijo:

*
I. Conversaciones y entrevistas con escritores

"Las dos caras de la escritura surge con la idea de compaginar escritura creativa y escritura teórica-filosófica. La experiencia con los escritores fue agradable; mientras más famosos más generosos, Algunos de los escritores que incluimos fueron Umberto Eco, Imelda Ramos, Nilita Vientós. En el caso de Ernesto Sábato y Mario Benedetti las entrevistas fueron cursadas por correo.

Kaligrafiando arranca con el encuentro que tuve con Clemente Soto Vélez en el Festival de Teatro Latino en Nueva York. Allí Clemente era un personaje impactante: con su melena blanca, pequeñito y esos bigotes. Empezamos a hablar y nos llevamos bien. Luego le pregunté si podía entrevistarlo. Dijo que sí. Las primeras quedaron muy bien y las publiqué. Hubo muchas visitas a la casa de Clemente para juntar su testimonio. Aprendí cosas que no conocía como El Atalayismo, y la experiencia resultó inolvidable por su locura de vanguardista (Clemente era muy enloquecido en sus conversaciones, él se iba a otros planos), también el hecho de que estábamos en Nueva York, que es tierra sin nombre. Su testimonio era valioso para mí porque en Puerto Rico no se le tomaba en cuenta, salvo las ediciones del ICP, y esto por vivir en la diáspora.

Sus últimos años los pasó aquí, en Puerto Rico. Fue Artista Residente en la Casa Aboy y terminó mudándose al país con su esposa Amanda.

Enrique Laguerre: una conversación. La idea de ese libro surgió en el año 96. Yo estaba de sabática y al final unos amigos me comentan que hay una profesora de París que quiere participar del programa de intercambio CUNY con la Universidad de París. En el 97, ella tomó mi puesto en la Universidad en Hunter College y yo tomé su puesto en la Universidad de París. Y entre los libros que me llevé se encontraba Proa libre sobre mar gruesa de Enrique Laguerre, que acababa de salir y me encantó. Me apasionó.

Así que decidí entrevistarlo porque cuando había conversado con él en una primera ocasión nos caímos bien y, numero dos, por vergüenza ajena. Era un autor muy importante que se desconocía. Con Enrique sucede que aunque pueda parecerle al lector una prosa pesada hay que leerlo. Laguerre fue el escritor que novelizó la historia del país. La experiencia de entrevistar a Laguerre fue diferente a la que tuve con Soto Vélez porque eran diferentes, Clemente era la vanguardia, Enrique era la institución. Laguerre era muy lúcido. Clemente era muy enloquecido. Pero mi relación con los dos se desarrolló de la misma forma: terminamos siendo amigos”.

*
II. Poesía

“Tengo tres poemarios. De Al’ Alvión (1987) es una plaquette, que salió bajo una editorial llamada Lautaro. Es un poco un viaje y es bilingüe. El tema que predomina es el amoroso, se trata de una búsqueda de un tú. De tierra y de agua (1988) es más libro. Ahí trabajo mucho la estructura. En Diario oiraiD (1997), trabajo los poemas de manera que llevan al lector al último poema, que es uno extenso.

A mí me gusta la poesía sencilla. Podría decir que estoy más cerca de Benedetti. Mi poética es la del viaje. Actualmente me encuentro terminando dos colecciones que siguen desarrollando esa poética. El primero (D imago mundi) se ocupa de viajes en el tiempo, el segundo (Viajes organizados) se ocupa de viajes en el espacio. Los viajes a veces son imaginarios, a veces reales. En cierta medida esa poética me quita de la rutina, me quita todo lo preconcebido, y me lanza a nuevas emociones, me mueve hacia una realidad diferente que hay que transcribir.

D imago mundi tiene que ver con la imagen del mundo. Se divide en cinco partes: Mare Nostrum, el mediterráneo contado desde los árabes, la caída de granada. Diario roto que es un viaje de un yo; un poco por El Caribe, un poco por las ciudades, un poco buscando un Tú imposible. Sigue Chamula que contiene textos que tienen que ver con México y Guatemala, en esa parte se desarrolla la temática indígena y la experiencia en la selva. Plano del altiplano son textos que tienen que ver con Perú, los Nazcas, el Altiplano y Cuzco. Y cierro con Bienvenida, Poeta que tiene que ver con mi visita a Venezuela.

Viaje organizados, el otro poemario, se ocupa de tres núcleos o viajes. El primero comienza con el tema de la fragilidad y un viaje a Europa, que se desarrolla en un recorrido por París, sigue con Madrid, y cierra con un texto de viaje por Roma.

El segundo núcleo que tiene que ver con Vieques. Es un plaquette que redacté cuando estaba a punto de entrar la marina a los campamentos de desobediencia. Yo estuve en Vieques con un amigo periodista italiano y fue una experiencia muy bonita. En ese librito me ubicó desde Nueva York y desde allí veo todo lo que sucedió. La presencia del cáncer. la defensa de Los Caribes, los tinglares.

El último es El canto a Molly, y es la idea del Molly Blumb de Ulises; un fluír de conciencia de una voz femenina que termina NO MORE, NO MORE, NO MORE! Intento hacer una reflexión sobre el 9-11 y Nueva York. Es un texto donde incorporo un poco de autobiografía, mi vida en NY. Dentro de ese viaje está Época de huracanes, los huracanes mueven a ese yo poético, y hay homenajes a Manuel Ramos Otero, a Pedro Pietri, a Pedro Albizu Campos, al papá de Juan Segarra Palmer, y luego al 9-11 y la guerra de Irak. Todo eso se va contando con una voz a veces en prosa bastante neutra, en otras ocasiones se trata de un fluír de conciencia y a veces poesía; se salta de uno a otro. Es un reciclaje posmoderno y hay de Celan, Ginsberg, Pietri y Ramos Otero".

Para acceder a la continuación de esta entrevista, Presione aquí

lunes, mayo 12, 2008

Rigor mortis

A punto de salir del hotel, retrocede. Ha tenido la certeza de que cierta mirada ajena se ha ido consigo. Cruza el atrio, sube las escaleras, cruza el pasillo, entra. El asesino sabe bien que algo ha quedado vivo. Se detiene con un leve terror que bien podría descubrirse en un sonar de traquea, traga, mira el cadáver tendido en el suelo con la gracia de un mangó recién caído, el envés apolismado o magullado, según distinga el tacto. El cuerpo todavía fresco con un presagio de mimes o mosquitas. El asesino aun no ha estudiado cómo se escogen los insectos posteriores, pero distingue cierta elegancia en la postura última del cuerpo. Se enorgullece. Había pulido técnicas con obsesión de operario matemático. No podía permitirse a estas alturas, después una carrera de excelencia, deslices elementales: una camisa rasgada, la falta de un botón o pintalabios en la boca, que el rigor mortis o la mueca facial confirmara al cadáver muy cadáver, como metido en una muerte aparente, o muerto en el adentro de la muerte. Entonces mira las piernas, los zapatos de aguja encharolados, la falda amarilla, y la mirada. Vuelve a sonar la traquea y se aguanta una mano con la otra. El asesino tiene el presentimiento de haber fallado y le ataca la duda con un punzón de nervios. Cierra los ojos y pasa las páginas, relee sus libros con memoria fotográfica bajo el marco de la puerta, sabe que todos sus héroes no retroceden, lo confirma, abre los ojos, cierra el libro. Mira. No hay una cutícula de sangre expandiéndose con vida sobre las baldosas, tampoco hiede, ni hay hebras de la mujer moviéndose con las pequeñas ráfagas que entran por debajo de la puerta. Ha borrado las huellas con una convicción de limpiabotas, los gritos que a veces se adhieren a las paredes con manía de barniz, el olor a orín, a mierda y semen que no componen nada si va a mirarse el contenido de la escena como una pintura sobre lienzo. Y sin embargo falla el ojo que parece muerto. Es la mirada congelada de ese ojo la que se ido con él. El asesino no sabe que hacer y se detesta. Callod, el asesino de Boughten, hubiera sabido. Igual Henry Eelf o John Sigmund. Incluso Vicente Huesos, por más descuidado y primitivo que sea. Se quita los zapatos, el frío del piso se siente incluso con medias. Camina en puntillas con la costumbre de su asesina favorita. Casi sonríe. Se detiene ante a la víctima y exhala.

El asesino duda entre el orgullo de su estética y los nervios del descuido. Aprovecha para arreglar el cabello de la dama. No está contento con la forma en que la gravedad acepta la caída del cabello. El hombre trae consigo palos chinos. Había descubierto su utilidad en una serie fotográfica de Araki. Toca un rizo y lo endereza. Luego desciende, y hunde una burbuja incoherente que se formado en el nylon de la blusa a la altura de los senos. Toca el ojo con el palo. Hunde un poco. Juega con el párpado.

Mirándola de cerca, la mujer suda. El Asesino sabe que ese sudor erecta. Y sin embargo el ojo. Al fondo oye los pasos. Sabe que debe apresurarse. El ojo derecho sabe su cometido. No importa desde dónde se le mire parece perseguir al espectador con la mirada. El izquierdo, sin embargo, ha perdido la capacidad de perseguir desde su sitio. Quizás hubo un desgarre en el momento en el que la mujer se resistió. Un puño, o un golpe de teléfono filoso puede hacer del ojo una papilla. Ahora el ojo izquierdo mira en ángulo y quiere atrapar como un retrato psicológico al espectador. El asesino ha fallado igual con la puerta entreabierta. Una mujer o su celaje ha visto el cuadro sin terminar. Sabe que ha errado doblemente y se retira.

Deja el cuerpo. Vuelve a la puerta. El asesino mira el cadáver por última vez. Sabe que si no fuera por el ojo, qué es lo único que delata un lapso de violencia en la escena, alguien, incluso el celaje de mujer que entró y salíó como otra ráfaga, se confundiría. Es cierto que el envés de la victima también delata abuso, pero a primera vista el artista ha dejado una pieza de irrealidad. Se pone los zapatos, cierra la puerta, cruza el pasillo, baja las escaleras, cruza el atrio. A punto de salir del hotel, se detiene. El asesino sabe que carga consigo una mirada ajena, como un grito con manía de barniz. Sabe que ha fallado. Lo que molesta no es que el ojo esté con él, es que confirma un lapso de violencia, es que estará con todo el que lo mire. Entonces el espectador se topará con un muerto, o una mujer que acaba de sufrir. Hay cosas que pesan más que muchas otras. No se puede dejar que dolor de una victima, o su muerte, supere la escena de un buen asesinato. Es regla fundamental. El asesino traga y sale del hotel. Piensa en las cámaras de seguridad, en toda la gente con la que se cruzó en el atrio, en la mujer que abrió la puerta, en las dos últimas palabras del libro de Boughten. Lée en su mente -retiro prematuro- y no halla consuelo. El asesino camina, pero presagia un terror más agudo que bien podría descubrirse si una de sus manos aguanta a la otra. El asesino traga. Suena la traquea. Camina despacio, se pone sus gafas, tararea una canción como si no hubiera pasado nada. Ríe. Se aguanta una mano con la otra. Se supone que sea fanático del sol de mediatarde. Se intenta feliz pero no puede.

sábado, mayo 10, 2008

Xavier Valcárcel en Ser aquí

Luego de la entrevista –informal y primeriza- al compañero escritor Juan Luis Ramos como parte una serie de entrevistas que toma como base la literatura, el cuerpo y las artes plásticas, recibí la petición de la compañera poeta, y amigota de MSN y Blogger, Jara Ríos, casi como un entrampamiento, caí en mi propio juego, queriendo hacerme una entrevista informal, y casi a las 12 de la medianoche, sin opciones de un no.

Cuando vi en el Tendido Negro que Xávier había decidido iniciar una serie de conversaciones con distintos amigos blogueros de manera informal, le dije que quería que nos diéramos el ratito para hacerle la suya. Tan pronto nos vimos en el Messenger me dijo: “¿cuándo la hacemos?” y la improvisamos en ese mismo momento.

Entonces estábamos en MSN, luego pregunta y respuesta, bastante sueño y mucha coherencia, una entrevista inteligente que ahora releo y presento con gusto.

Para acceder a la entrevista: oprima aquí.

jueves, mayo 08, 2008

abro paréntesis

hace un par de días llevo mirando el contador de visitas.
la gente entra y sale desde todos lados.
como este es mi espacio y ando un poco paranoíco, pregunto:
quien anda por aquí?
qué busca?
qué ha encontrado?

vamo'ablar!

miércoles, mayo 07, 2008

Discurso primero

pa Christian

Oidme
Yo hablo por algunos hombres que se callan.
Los mejores.
Paul Eluard
estoy de pie, aquí
frente a los ojos de todos
en nombre de una gesta absurda, artificio heroico mítico
clásico para la conservación de las especies que no sabemos vomitar;
gesta ley primera trampa
arraigada a los discursos canónicos de una verdad absoluta
por la que el hombre se desgarra
se rompe en silabas y lalias por todos los poros de su tierra
carne cerámica, loza de baño
por todos los poros de su vaso esculpido en cristal.
y se me caen las ansias huecas a un hueco más vacío que una palabra hueca
y se me caen los gritos a la nada que es el sueño
y se me caen al caos tantas blasfemias.
ahora estoy aquí
armando el discurso elemental del ex-inútil hombre
en pasado
fui trágico y dramático y tristísimo
ahora un perro de universos ordinarios que se acercan
una amenaza de ladridos para el hombre que se sienta
un perro relamiendo estrellas y recuerdos de estrellas
un perro peligroso y delicado que hace caca y luego se limpia con papel.

damas y caballeros
ahí ha quedado el collar de amarre o la preciosa silla
país planeta para los presidentes de la lengua que no se saben huérfanos.

murieron todos los padres de columnas vertebrales hechas de letras
todos los padres que escribieron nanas para futuros hijos sordos
todos los padres que tallaron dados literarios para jugar los topos
los mismos que escribieron el poema de la silla, la ley del epitafio
que inventaron la palabra muerte y el cliché a la misma vez.
murieron
todos los hombres grandes que no supieron levantarse a pesar de la palabra tiempo.

por eso estoy aquí
fui hombre fui poeta ahora perro
lamo
me alimento de mi herida.
soy una amenaza de ladridos para el hombre que se sienta.
todos me mandan a callar. *
y aun no ladro.

este poema es parte de la serie Animal precoz, que toma como base el Altazor de Huidobro y el libro del dominicano Noé Zayas, Cieno.

* este verso ha sido tomado del verso de Noé Zayas, y todos me mandan a callar.

vea, también, los dos poemas que anteceden a éste, en el mismo orden de la serie, pulsando: des sessito y luego, apuntes sobre la locura

viernes, mayo 02, 2008

eres imparable
yola sin cuello que no puede mirar atrás
tablas flotando a la deriva
cazaplayas.

por ti comienzo cosas
pequeñas travesías trasatlánticas
en las que un nudo como un puño
hace de mi garganta

doce tallos de rosas apretadas
que se mueren de asfixia

de espinar.

por ti pequeñas travesías trasatlánticas


y un miedo.

jueves, mayo 01, 2008

Podría estar toda la tarde así, en esta cama, jalándome pajas hasta el dolor o verme flaco. Comiendo mantecado de pistachos y leyendo a Pedro Juan mientras la tarde rota en fuga y claroscuro alrededor, y no pensar en nada.